La Almazara de Carmona: «Tradición renovada»

El restaurante La Almazara se encuentra situado en la que en los años 50 fuera la antigua zona industrial de Carmona, un espacio muy especial, en el que se han preocupado de no perder la esencia del lugar rescatando y poniendo en valor todos los elementos arquitectónicos del edificio, sus techos de madera, pilares de piedra y sus grandes arcos de ladrillo así lo refrendan. Un restaurante dividido en dos espacios, el primero y el que para mi criterio resulta más interesante es su zona de barra en la que se alternan mesas bajas y altas, un lugar más dinámico y distendido donde se puede disfrutar de casi la totalidad de la carta en formato tapa. El segundo espacio es su preciosa sala anexa de ambiente mucho más relajado, mesas convenientemente vestidas y en la que además de su carta también tienen disponible un menú degustación, pero solo fines de semana y bajo reserva previa.

La propuesta gastronómica de este restaurante la podíamos definir como tradicional dando una especial importancia al entorno y sus productos. Una carta que ha sufrido recientemente varios cambios debido a la incorporación a finales del pasado año del chef Ismael Castro aportando un punto de vista más abierto y renovado, dando una vuelta de tuerca al recetario tradicional. La Almazara cuenta con un servicio de sala de corte clásico, atento y cercano.

Comenzamos con las alcachofas y vieiras a la parrilla que aquí las presentan acompañadas de una salsa de remolacha, pistacho y mojama de Bárbate. Buen punto tanto de las alcachofas como de las vieiras, con el punto salino que le aportaba la mojama, pero difícil de defender ante el sabor tan invasivo característico de la alcachofa. seguimos con unas Kokotxas de bacalao al pilpil sobre ajoarriero , con un pilpil consistente y meloso, pero con una kokotxa algo fibrosa, seguramente debido a un exceso de temperatura en su cocción. Pasamos al apartado cárnico con un solomillo de vaca con foie caramelizado . Excelente la terneza de la carne y su combinación con el foie. Terminamos con la tarta árabe , una milhojas crujiente con una crema pastelera con la justa medida de golosidad.

El restaurante La Almazara es uno de esos establecimientos que gusta recomendar, por ser uno de los espacios con más encanto de la provincia, con una cocina que rara vez defrauda, en la que se detecta inquietud y ganas de avanzar.