Ricca: «A falta de pan, buenas son las pizzas»
Ricca es el restaurante del grupo Bombonera donde se rinde tributo a la pizza
Cinco pizzerías imprescindibles que no debes perderte en Sevilla
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La cocina italiana es, de las propuestas foráneas, quizás la que más interiorizada tenemos en la Ciudad. La proximidad, junto con una materia prima muy parecida a la nuestra —debido a que ambos países están bañados por el mismo mar Mediterráneo—, hacen que la gastronomía ... transalpina encaje perfectamente en Sevilla. Yo, por ejemplo, recuerdo que el primer restaurante al que mis padres me llevaron a comer fue aquel excepcional San Marcos de la calle Cuna.
Como todo, esa propuesta que conocimos ha ido evolucionando, y hoy encontramos algunas propuestas más sofisticadas. Ricca es el restaurante del grupo Bombonera donde se rinde tributo a la pizza, pero en el que, poco a poco, han ido añadiendo opciones como una sección completa de pastas. También cuenta con la primera barra omakase de pizzas del país, donde ofrecen un menú degustación basado en ese ícono de su cocina.

Comenzamos con su burratina, ese popular queso fresco italiano elaborado con pasta hilada y nata, que recomiendan acompañar con su focaccia. Un entrante clásico, al que quizás le faltaba frescura. El otro entrante que probamos fue la insalata grana e noci, hecha con espinaca, Grana Padano, nueces y miel. Encontramos esos contrastes dulces, salados y amargos que aportan los diferentes ingredientes.
Pasamos a probar una de sus pastas, en este caso, el tagliatelle al ragù, con un guiso de ternera y un exceso de tomate, en mi opinión, que hacía que el propio guiso quedase desligado.

Las pizzas en esta casa tienen una curiosa mezcla, ya que se ha optado por hacer una masa a medio camino entre una napolitana y una romana, intentando darle el aire y la elasticidad de la sureña y el crujiente de la capitalina. Escogimos una de las que llaman sus «pizzas gourmet», la 7 formaggi, con mozzarella, gorgonzola, taleggio, pecorino, provola, ricotta y parmesano. Algunos quesos se añaden antes de que la pizza entre al horno y otros después, finalizándola con puntos de mermelada de frutos rojos para equilibrar el exceso de salinidad. La masa no me terminó de convencer; mejor los ingredientes que van sobre ella.

Terminamos con uno de los mejores tiramisú de la ciudad, para mí, con una crema de mascarpone fabulosa y base de pavesini.
Ricca no es el típico italiano o pizzería al que estamos acostumbrados; intentan hilar más fino, aunque pecan de cierta irregularidad. Los precios altos agravan aún más esos desajustes en la cocina, haciendo que el cliente sea menos indulgente con esas dudas culinarias.
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