Asador Caravaca Sevilla: «Carne y vino, camino fino»
La carta es amplia y no se limite sólo a su especialidad, sino que también tienen guisos, arroces o pescados
Asador Caravaca, mucho más que carnes a la parrilla
Lomo bajo de vaca holandesa simmental con 60 días de maduración
Es curioso a donde me lleva en muchas ocasiones el querer conocer los mejores rincones gastronómicos de nuestra provincia. En esta ocasión me pierdo en un laberinto metálico de naves en el polígono de El Pino para conocer el Asador Caravaca.
Lo primero que ... llama la atención es que un entorno tan áspero resulta insólito hallar un local tan bien resuelto, cómodo, luminoso, agradable. También salta a la vista la fantástica parrilla con la que cuentan que desde que se abre la puerta emite un olor embriagador para todo aquel amante de la carne.
Huevos rotos con jamón
La carta es amplia y no se limite sólo a su especialidad, sino que también tienen guisos, arroces o pescados. En el debe, las raciones son bastante grandes, complicado de compartir si sólo son dos comensales -como fue mi caso-. Los cortes de vaca madurada quedan fuera de la minuta, tras seleccionar los entrantes el camarero procede a traer una selección de los mismos para explicarlos y que escojamos.
Comenzamos con sus patatas picantona, con un tamaño medio se hacen en las brasas y se añaden una salsa tipo mojo con un picor agradable, nada exagerado, una interesante forma de hacer unas bravas.
Seguimos con sus huevos rotos, una pena que a una buena patata se le añada un jamón que no está a la altura de un restaurante que se debe identificar por la calidad de su materia prima.
Sala de Asador Caravaca
Llegamos al punto álgido de la comida, un lomo bajo de vaca holandesa simmental que han madurado durante 60 días, una pieza que está en torno al medio kilo y que encuentra en la brasa su mejor aliada para sacarle todo el sabor. Una grasa que al estar totalmente infiltrada en las partes magras se funde en la boca perfectamente.
El final no podía ser otro que todo un clásico de los asadores como es la tarta de queso, encontré una notable elaboración a la que no aporta nada los siropes y demás elementos decorativos que le ponen al plato.
Sala de Aaador Caravaca
Asador Caravaca convence por su parrilla y por el respeto al producto, menos por ciertos detalles que empañan el conjunto —como la irregular calidad de algunos acompañamientos—. Aun así, la experiencia deja buen sabor de boca y confirma que la buena carne no entiende de códigos postales.
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