Utrera: Comemos y merendamos en la tierra de los mostachones
«El mostachón es Utrera y Utrera es el mostachón». Son palabras de Diego Vázquez, quinta generación en una saga familiar donde ha permanecido intacto el dulce que las monjas clarisas introdujeron en la localidad. Sí, Utrera son sus dulces y pasteles . Y ... muchos van a este pueblo sevillano exclusivamente a buscarlos Pero hay mucho más allá, porque impulsa a permanecer allí el encanto de perderse por las calles de su judería y descubrir sus iglesias y conventos, todo bajo el castillo que luce sobre el cerro. Utrera engancha.
En los últimos años la oferta gastronómica se ha modernizado, y, aunque, la tradición no se separa nunca de sus bares y restaurantes, hay algunos que apuestan fuerte por la innovación. El Arco Tapas y La Abuela María tienen muy presente este binomio: apostar por los guisos de siempre pero ofrecer tapas con un punto moderno para sorprender al comensal.
También Besana Tapas , que se ha convertido en un referente en la provincia. En su cocina apuestan fuerte por los productos locales, como la gallina utrerana, la aceituna gordal o el toro bravo. De hecho han recibido el reconocimiento local del Mostachón de Oro, por una versión de este típico dulce.
Para los que prefieran perderse por el tiempo, hay algunas tabernas que permanecen casi intactas después de un siglo. Es el caso de la Taberna Gómez Mier , en la calle Sevilla, que recibe al visitante como si los años no pasaran por sus muros. Aquí ponen el vino y son los parroquianos los que traen la comida de casa. Para comer en cantidad tenemos el Restaurante La Brasa , donde las carnes y los pescados ensalsados son los reyes de la carta.
Una amplia variedad donde elegir para almorzar en Utrera. Pero no se puede ir una de aquí , por supuesto, sin probar los dulces y llevar con ellos un pedacito de Utrera a casa. Nuestras sugerencias pasan por la Confitería Diego Vázquez , cuyo fundador trajo la receta de los mostachones de las mismas cocinas del convento de las clarisas donde trabajó como pastelero y dulcero; y la pastelería el Cordero , creadores de las lenguas de nata y los mostachonazos, rellenos de nata y chocolate.
Queda mostachones para rato. Tanto es así que Diego Vázquez inaugura próximamente el Museo del Mostachón donde descubrir absolutamente todo sobre ese dulce, y una importante calle a las faldas del castillo se rotulará Paseo del Mostachón por deseo expreso del alcalde.
Besana Tapas
¿Cómo empezó todo?
Besana Tapas carga siglos de historia en el edificio que lo alberga, en la antigua judería de Utrera, que fue tanto hospicio, como sinagoga y también iglesia. Besana lleva poco más de siete años abierto pero desde un principio su propuesta sonó alto y, ahora, es uno de los bares más reconocidos de la localidad. Todo gracias al trabajo en equipo de los chefs Curro Noriega y Mario Ríos y el gerente Javier Vázquez.
¿Qué encontramos en la carta?
En la cocina de Besana se utilizan productos de temporada y, en gran medida, utreranos para lograr platos que fusionan la alta cocina con el tapeo tradicional. Se van renovando pero hay opciones que se resisten a retirar como los clásicos chipirones rellenos de butifarra del perol sobre alioli o las mollejas galseadas con queso payoyo y setas salteadas.
Precio por persona
Entre 12 y 15 euros.
Horario
De martes a jueves de 18.00 a 23.30.Viernes y sábado de 13.00 a 00.00. Domingos de 13.00 a 16.00.
Dirección
Callejón del Niño Perdido, 1.
Teléfono
955863804.
¿Qué proponen?
Javier Vázquez sugiera una tapa reciés creada con gallina utrerana «un homenaje a la raza de gallina de aquí, compuesta por cresta, hígado y pechuga». También, el gazpachuelo de kimchi con tartar de gambas, olivas y migas crujientes, y un guiño a la pastelería de utrera: el pionono de cordero con jugo de tomate al palo cortado y curry.
La Abuela María
¿Cómo empezó todo?
«Mi madre era muy buena cocinera, precisamente de comida tradicional», explica Catalina Montayo. Con las poleás y los guisos de su madre en mente, Catalina montó el restaurante La Abuela María hace 20 años, que cuenta con una cálida decoración y una espectacular terraza.
¿Qué encontramos en la carta?
En La Abuela María se pueden degustar platos tradicionales, donde destacan los guisos -como el cocido de berzas o el pisto negro con calamares-, y un tapeo más moderno, siempre con lo que marcan los productos de temporada,de los que destacan los membrillos al vino tinto o las alcachofas confitadas con crema de dos quesos.
Precio por persona
Tapeando se puede llegar a unos 15 euros, si se prefiere sentarse a comer de plato puede rondar los 20 ó 25 euros.
Horario
De jueves a sábado de 13:00 a 17:00 y de 20:30 a 00:00. Domingos de 13:00 a 15:00.
Dirección
Juan de Anaya, 3.
Teléfono
954864791.
¿Qué proponen?
Catalina apunta que algunas de las tapas más demandadas son la charlota de berenjenas con un tomate casero, el bombón de salón con ensaladilla de gambas, los buñuelitos de bacalao, la carrillada y el tartar de atún
El Arco de Utrera
¿Cómo empezó todo?
Este negocio nació como restaurante en 2006 a los pies del Arco de la Villa, sirviendo platos de gran calidad. Tres años después, ampliaron con el local de enfrente, antigua casa de la judería, para ofrecer su versión de la gastronomía en tapas. Con el tiempo los dos espacios se han fusionado, ofreciendo tanto platos como tapas con una cuidada decoración.
¿Qué encontramos en la carta?
El Arco de Utrera apuesta por sabores tradicionales a los que no les falta la innovación. Aseguran que fueron de los primeros en recuperar los guisos en los bares, y gracias a ellos, podemos degustar en la calle de unos garbanzos con chocos o unas habas con huevo cuajado. Asimismo, sirven desde tapas que tan clásicas un buen salmorejo bien hecho, que en verano siempre apetece, o la innovación de los pinchos de merluza en salsa y quicos.
Precio por persona
Por tapas se puede comer por 15 euros y si optamos por platos por unos 25 euros.
Horario
De miércoles a domingo de 12:00 a 16:30 y de 20:00 a 00:00.
Dirección
Resolana, 2.
Teléfono
954873000.
¿Qué proponen?
A quien acuda al Arco de Utrera por primera vez, Antonio Benítez le recomienda probar sus guisos. Recetas de siempre que no se pueden saborear en cualquier restaurante. Propone el bacalao con tomate, el revuelto de habitas baby con foie y las setas a la plancha.
Taberna Gómez Mier
¿Cómo empezó todo?
Este establecimiento centenario abrió en 1888 gracias a unos cantabros que se instalaron en Utrera cuando llegaron del norte. Hoy la cuarta generación de esta familia está tras la barra con Fátima del Hoyo. Una mujer al cargo de una taberna donde no se les permitían la entrada antaño. Las mujeres tenían una entrada independiente para el despacho de vino donde compraban para llevar, aunque el vino fresco que argumentaban que era para el guiso terminara en sus gargantas. Hoy todos tienen cabida por suerte en sus mesas pero poco más ha variado. Mantiene el encanto de siempre y sigue despachando tan solo bebidas.
¿Qué encontramos en la carta?
La Taberna Gómez Mier no tiene carta de comida. Todo lo que se consume aquí es traído de fuera, algo que está permitido. La clientela suele recurrir a la pescadería de enfrente donde preparan ‘pescaíto’ frito y marisco. Por lo demás, el protagonista es el vino, que es lo que vienen a buscar aquí, aunque también caigan cervezas y cubatas. Vino dulce, moscatel, vermut, manzanilla…
Precio por persona
Un vasito de vino puede salir por 0,60 o 0,70€.
Horario
De lunes a jueves de 11.00 a 16.00 y de 20.00 a 00.00. Viernes de 11.00 a 01.00. Sábado de 11.00 a 20.00.
Dirección
Sevilla, 52.
Teléfono
610976166.
¿Qué proponen?
Se pide mucho un vino seco y dulce al que llaman «hijoputa». «Entra muy bien y cuando te levantas te llevas la sorpresa», bromea la dueña.
Restaurante La Brasa
¿Cómo empezó todo?
Hace cerca de 40 años que Utrera cuenta con el Restaurante La Brasa entre sus especialistas gastronómicos. Abrió en enero de 1979 con montaditos y carne de cerdo a la brasa. Año tras año fue incorporando todo tipo de carnes, además de pescados ensalsados y mariscos. Hoy día, cuenta con dos amplios salones, una zona de tapas y una terraza para el buen tiempo.
¿Qué encontramos en la carta?
Juan Carlos López, que está al cargo de este restaurante, enumera tres opciones fundamentales de la carta: las carnes a la brasa, los pescados ensalsados y toda clase de marisco. Para culminar la comida, además, el restaurante sirve postres caseros para no dejar de probar, como la poleá o el tocino de cielo, aunque la que triunfa siempre es la tarta de chocolate blanco.
Precio por persona
Unos 30€.
Horario
De martes a domingo de 12.00 a 00.00.
Dirección
Rubén Darío, 9.
Teléfono
954860033.
¿Qué proponen?
De las carnes, Juan Carlos, destaca el entrecot de vaca gallega y la pata de cordero. Además, para el centro, no puede faltar el jamón 5J.
Confitería Diego Vázquez
¿Cómo empezó todo?
En 1880 Diego Vázquez comienza la historia de esta casa con las mismas recetas que había empleado como panadero y dulcero para las clarisas en Utrera. Cinco generaciones han ido pasándose el testigo desde entonces convirtiendo el mostachón en seña de identidad de Utrera. Este recorrido histórico quedará próximamente expuesto en el Museo que abrirán en esta misma casa del siglo XVII.
¿Qué encontramos?
El mostachón es el estandarte de Diego Vázquez, que en los últimos años ha vuelto a sus orígenes realizándolo con azúcar de caña como hacían los árabes. También se puede pedir el de azúcar de remolacha, extendido en los últimos años. Al mostachón lo acompañan otra serie de dulces monacales como los bollos de aceite o las tortas de polvorón.
Precio
La caja de mostachones de origen tiene un precio de 5.50€ y el de azúcar de remolacha de 4.50€.
Horario
De 9.30 a 14.30 y de 17.00 a 21.30.
Dirección
Plaza del Altozano, 5.
Teléfono
954 860 897.
Pastelería Cordero
¿Cómo empezó todo?
El abuelo de los hermanos Cordero fundó esta pastelería en 1936. Sus hijas continuaron la tradición y hoy día Mariló, Marisa y Jesús están al frente con el mismo entusiasmo y la satisfacción de ver cómo los clientes aprecian sus productos.
¿Qué encontramos en la carta?
Hay una amplia variedad, se puede elegir entre unos setenta pasteles. Cordero tiene fama por la nata y la crema lechera tostada, todo pastel que lo lleve es éxito asegurado. Y en la cima, las lenguas de Cordero, que tienen un origen curioso: «Fue casi de casualidad, se ocurrió cuando mi tía vio que había sobrado nata un día y queríamos hacer algo de merendar para nosotros», indica Jesús. Y ese bizcocho improvisado relleno de nata se convirtió en lo más pedido de la pastelería. Le siguen una amplia lista de bollería, carmelitas, lingote de crema, brazo de gitano, el mostachonazo -el clásico mostachón relleno-, y tartas personalizadas al gusto del cliente.
Precio por persona
La caja con dos lenguas sale a 5.50€.
Horario
De martes a sábado de 9.30 a 14.30 y de 17.00 a 21.00. Domingos de 9.30 a 21.00.
Dirección
Plaza de la Constitución, 2.
Teléfono
954 86 01 99.
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