Dónde comer cerca de los escenarios de la Bienal de Flamenco este 2024

Desde el 12 de septiembre hasta el 4 de octubre , la ciudad entera bailará y cantará al ritmo de una programación que traerá a grandes figuras de este arte y a miles de aficionados para disfrutarlo.

En esta guía, desde GURMÉ hemos hecho una selección de algunos sitios donde compaginar tapa y duende en los próximos días. Más de una veintena de bares y restaurantes cercanos a los espacios donde se presentará la programación principal, basándonos en nuestros establecimientos recomendados, es decir, aquéllos que cuentan con el beneplácito de nuestros críticos.

Aunque se celebre en multitud de escenarios, como el Teatro de la Maestranza, el Espacio Turina, el Real Alcázar, el Teatro Alameda, la Iglesia de San Luis de los Franceses o el Auditorio Cartuja, entre otros, si vas a la Bienal este 2024, toma nota de estas recomendaciones para saciar el apetito antes o después de las actuaciones.

Con una golosa programación que arranca con artistas de la talla de Tomatito, Miguel Poveda, Israel Fernández, Aurora Vargas, Farruquito o Diego Del Morao durante la gala inaugural de este 12 de septiembre, a las interpretaciones de Eva Yerbabuena o del Ballet flamenco de Andalucía a lo largo del mes de septiembre. El Teatro de La Maestranza ofrece un calendario cargado de sabor flamenco y un entorno con multitud de opciones donde comer antes de las actuaciones. Te contamos algunas de nuestras recomendaciones:

En pleno centro de Sevilla, en una de esas calles con encanto del barrio de El Arenal, se encuentra La Brunilda Tapas. Un sitio acogedor, de techos altos y con una comida especial donde tapear y compartir platos con influencia internacional.

Uno de sus platos estrella es, sin duda, el chipirón plancha con migas del caserío y huevas de arenques, pero también encontrarás, propuestas como wok de tallarines con verduras, presa y salsa teriyaki, taco de cerdo deshilachado con verduras, queso y guacamole, ensalada templada con pollo a la parrilla, portobellos y vinagreta de mostaza y miel, ensaladilla, croquetas o buñuelos de bacalao con alioli de pera.

En el corazón del casco histórico, encontramos este templo de la gastronomía local. Casa Moreno es un bar de tapas y vinos que desde 1945, ha sido un referente de la cocina local.

Santuario por excelencia de los emparedados y montaditos, que hacen tándem con la Cruzcampo, desde primeras horas de la mañana podrán encontrar majestuosos bocadillos como el de tortilla con queso y chorizo picante. Perfectos para llenar el estómago antes o después de la Bienal.

Mechela es uno de los restaurantes para comer durante La Bienal de Flamenco que cuenta con el reconocimiento de nuestros críticos.

En el entorno de El Arenal, este restaurante propone una cocina tradicional revisada, en un ambiente sencillo, elegante y relajado. Entre sus especialidades, destacan el gambón crujiente con ajoblanco de anacardos y huevas de arenque, pastela de pato confitado con manzana asada o las albondiguitas de choco en su tinta con boloñesa de calamar.

Manolo Franco, Segundo Falcón & Paco Jarana & Rafael Rodríguez, Pedro Sierra y David de Arahal, entre otros grandes del flamenco, darán rienda suelta a su guitarra en este céntrico escenario cercano a Las Setas. Para comer son varios los recomendados de GURMÉ que salpican la zona, como los que te proponemos a continuación:

Con un carácter netamente marinero, La Barra de Cañabota ofrece desde aliños a guisos pasando por frituras clásicas, pescados y todo tipo de mariscos frescos para disfrutar al natural o con un ligero aderezo.

En la vitrina destacan recetas como ensaladilla de langostinos, papas aliñás, boquerones en vinagre, gildas o anchoas del Cantábrico, pero también ofrecen propuestas calientes elaboradas con mimo con productos recién llegados desde las lonjas andaluzas.

Perro Viejo es uno de los espacios gastronómicos del grupo Tu Hogar Fuera de Casa que ya tiene varios restaurantes de renombre en el centro y la Alameda, como Seis, Picantón, Perrochiko o el bar Antojo.

Situado muy cerca del Espacio Turina, este concepto es el punto donde confluyen lo antiguo y lo moderno, desde su decoración con cierto aire vintage, a sus vajillas retro de Duralex o su carta de tapas, donde actualizan recetas de toda la vida para presentarlas de forma más contemporánea.

Con un Sol Repsol y una recomendación en la Guía Michelin, este restaurante es una de las apuestas más prometedoras de la gastronomía sevillana. Ubicado en la calle Harinas, nace de la alianza de Tradevo y Ovejas Negras Company, quienes pusieron toda su confianza la pareja formada por el cocinero, Jesús León, y la sumiller, Fátima Villanueva.

El concepto es una reinvención de la barra desde una mirada de alta cocina, una propuesta gastronómica viva con una carta que cambia diariamente para ofrecer nuevos y sorprendentes sabores. Como ellos mismos relatan, se trata de «un local que no es un bar ni es un restaurante», un espacio de aire informal donde además de su cocina, brilla una nutrida bodega de vinos con referencias diferentes que pueden disfrutarse, en su mayoría, por copa, haciendo aún más divertida la experiencia.

Quien vaya al Espacio Turina para ver alguna actuación de la Bienal de Flamenco, también puede optar por acercarse a la calle Amor de Dios a disfrutar de la cocina de Desacato.

Este restaurante también pertenece a uno de esos proyectos liderados por chefs jóvenes que están agitando la oferta gastronómica sevillana. Se trata de la aventura culinaria de Pablo Carrasco, un cocinero que ha apostado por desarrollar una cocina vascofrancesa que combina el clasicismo de sus recetas con presentaciones actuales y una estética cuidada. Una filosofía que también se respira en la decoración del espacio, de aire moderno e industrial. Entre sus platos estrella, el 'nido', una yema de huevo a baja temperatura sobre verduras deshidratadas y salsa de setas y foie.

Nuestra siguiente parada gastronómica nos lleva hasta la calle Amparo, 9. Allí se encuentra La Casa del Tigre , un restaurante instalado en una antigua casa sevillana donde se cuenta que vivió el explorador José María Lassaletta con un tigre como mascota.

La cocina está a cargo de Lucho Plaza quien, junto a varios socios (Emilio Gimeno, Pedro Guardia y Manuel Miura), han desarrollado un proyecto íntimo y acogedor con una propuesta gastronómica que trabaja recetas cotidianas desde una perspectiva actualizada. Patatas bravas, tortilla abierta, taco de puchero, hot dog de corvina... La carta es tentadora desde el primero hasta el último plato.

En esta XIII edición, La Bienal de Flamenco también pasa por Caixa Forum, donde Leonor Leal realizará un taller familiar de introducción al flamenco.

En su entorno, por la zona de Cartuja y Triana, se puede parar a picar algo antes o después de visitarlo.

A pocos metros del Puente del Cachorro y a orillas del Guadalquivir, el cocinero Manuel Llerena dirige este espacio que revisa la cocina andaluza con productos de temporada y km 0, dándole toques internacionales a muchas de sus recetas. Cuenta con un espacio moderno donde reina su jardín vertical y una coqueta terraza para cenar junto al río.

Dirección: Paseo Nuestra Señora de la O, 29.

Situado en la calle Numancia, en el barrio de Triana, Puratasca es un sitio de corte informal para tapear y compartir que apuesta por la cocina de mestizaje y la interpretación de platos tradicionales.

Entre las especialidades de la casa destacan el arroz meloso de setas y trufa, el foie con chutney de piña ahumada, las piruletas de chorizo y la ensaladilla de curry y pollo.

El Teatro Alameda es uno de los escenarios clásicos de la Bienal de Flamenco. Además de ofrecer un nutrido cartel de actuaciones en esta edición, como Enrique El Extremeño, Israel Fernández & Antonio El Relojero o Manuel de La Tomasa & Lela Soto, también ofrece todo tipo de bares y restaurantes donde saciar el apetito.

Instalado en la planta baja del hotel The Corner House y con una terraza en plena plaza de la Alameda de Hércules, El Disparate ofrece una cocina mediterránea y fresca con altas dosis de creatividad. Al timón de los fogones se encuentra el chef Nacho Dargallo, quien se encarga de sorprender con propuestas como gazpacho de cerezas con huevo, jamón ibérico y queso fresco, carpaccio de alcachofa con parmesano, jamón ibérico y pistacho o magret de pato con parmentier de azafrán y verduras salteadas.

Con Francis Balongo y Pablo Gabella al frente del proyecto, este restaurante trajo una nueva energía al área de La Alameda cuando abrió sus puertas hace un par de años.

Situado en Jesús del Gran Poder, el espacio se caracteriza por ofrecer una propuesta culinaria fresca y llena de vida. En su menú destacan platos inspirados en diversas cocinas internacionales, como la volandeira acompañada de sopa de coco, maíz y jengibre, los tacos mexicanos de pollo cocinado a baja temperatura, con cebolla, cilantro y lima, o el curry rojo de carrillada con frutos secos y arroz al vapor.

Quien se decante por un buen tapeo en la Alameda, Lola por Dios es una opción más que interesante. Se trata de una taberna de corte moderno con un toque castizo. Al frente del proyecto se encuentra Jota (José Manuel Leirós), hostelero que cuenta con otros establecimientos en Sevilla, como el de Lola por Dios en General Polavieja, La Chalá en la Puerta Real y la quesería Vuelve Carmina.

En su carta encontramos quesos y chacinas ibéricas, conservas y encurtidos, pero las auténticas protagonistas de su carta son, sin duda, las tortillas hechas al momento.

Cuenta con una amplia terraza para sentarse a tapear y disfrutar del trasiego y ambiente de la plaza.

Si lo que apetece es un picoteo internacional, Pitacasso, junto al Mercado de Feria es una parada más que interesante. La base de su carta es la comida israelí, con el acento puesto en sus pitas rellenas, como la de pollo, con queso y bacon, con salmón y aguacate… El hummus casero también está muy bien considerado, junto con el original hummus rosa o el falafel. A partir de ahí, ofrecen diferentes propuestas que pondrán el guiño exótico a la velada.

Dirección: Plaza Calderón de la Barca, 10.

La magia del Real Alcázar es imbatible para disfrutar de la Bienal. Las actuaciones en este emblemático escenario arrancan este 16 de septiembre con la interpretación de Aurora Vargas y concluyen el día 24 con la actuación de Rafael Riqueni y Alejandro Hurtado. En el medio, también subirán a ofrecer su arte, José de La Tomasa, Inés Bacán, Macanita, El Pele y Antonio Canales, entre otros grandes de este género.

Quienes se acerquen a este emblemático espacio tienen muchas opciones a pocos metros para tomar algo, como algunos de nuestros sitios recomendados:

El sitio perfecto para regar las tertulias flamencas con buenos vinos y mejores guisos. Decoración taurina y comida clásica son las señas de este emblema de la gastronomía sevillana, donde se pueden tapear recetas como tortilla al whisky, carrillada al vino tinto, albóndigas de choco, croquetas o cortadillo de hojaldre con cola de toro, por no hablar de sus famosas papas aliñás.

En el corazón del barrio de Santa Cruz, quien se incline por otro bar con solera para comer o cenar durante la Bienal, puede detenerse en Las Teresas. Un establecimiento, fundado en 1870 que ofrece cocina tradicional de calidad, donde el producto manda.

Es famoso por su jamón ibérico de bellota, quesos y embutidos ibéricos, así como por sus espinacas con garbanzos y bacalao con tomate. Su selección de tapas abarca gran parte de la gastronomía andaluza: desde aliños, pescados fritos, guisos y salazones, hasta gazpachos y sangrías.

Quien se incline por una experiencia marinera cargada de pescaíto frito, mariscos y recetas con sabor a mar, La Barra de Inchausti es parada obligatoria.

Entre sus propuestas, destacan las papas aliñás con aires sanluqueños, la ensaladilla marinera con gambas de Huelva, el cazón en adobo, salmonetes de Conil o calamares de potera.

Pedro el Granaíno, Rafael de Utrera, José Valencia, Esperanza Fernández, María Terremoto con Jesús Méndez, y Sergio de Lope junto a Chico Pérez, actuarán bajo las luces del escenario del antiguo Pabellón de Canadá en el Auditorio Nissan Cartuja.

En sus inmediaciones, se puede parar a tomar algo en el restaurante Sabina.

Sabina es un mítico de la zona de Cartuja para disfrutar de la cocina tradicional. Se puede comer de tapas y también a base de platos en el comedor. Entre sus platos más famosos, destacan los cardos con almendras, las mollejas o su famoso roast beef. También preparan guisos del día, arroces, varios platos de carne y pescados.

En la Iglesia de San Luis de los Franceses demostrará su arte Dorantes, en un homenaje a Domenico Scarlatti. Es uno de los espacios con más encanto de la Bienal, una auténtica joya barroca que ensalza la riqueza monumental de Sevilla. Justo enfrente, se puede parar a comer o cenar en ConTenedor.

ConTenedor es un restaurante slow food que basa su cocina en productos ecológicos, de la huerta y de cercanía. Un espacio moderno con una cocina tradicional que trabaja productos de la zona y practica cocina de kilómetro cero.

En este negocio de la calle San Luis, no hay que dejar de probar el arroz con pato o arroz negro de calamar o la merluza de pincho. Tampoco otras especialidades de la casa como el chuletón de buey, la ensalada fresca, el magret de pato o el papardelle con gambones.

Nuestro último escenario de la Bienal de 2024 es el Muelle Camaronero de la calle Betis. Allí se darán cita artistas como Guadiana, Juanfra Carrasco, Miguel Vargas, el día 19 de septiembre, Juan Vargas, Gualberto Y Ricardo Miño, el 20, y Juana La Del Pipa, Ezequiel Benítez, David Carpio, Manuel Monge y Manuel Valencia, el 21. Tres veladas de actuaciones con sabor flamenco que se pueden complementar con una sabrosa experiencia en Río Grande.

Con numerosos espacios y unas fabulosas vistas del Guadalquivir, Río Grande propone una carta con guiños al recetario andaluz y sevillano, con una clara apuesta por destacar el producto local. Ensaladilla, croquetas, solomillo al whisky o salmorejo son solo una muestra de ello, pero también ofrecen arroces, carnes y pescados a la brasa, que pueden acompañarse de coctelería de autor.