Corredor Verde del Guadiamar: dónde comer cerca de este enclave natural

María Vázquez

El otoño es un momento idóneo para lanzarse a conocer parajes como este afluente del Guadalquivir. GURMÉ propone algunas paradas gastronómicas cercanas para los que decidan recorrer su cauce

El río Guadiamar , llamado por los árabes Wadi-Amar, ‘río de príncipes’, es el último gran afluente del río Guadalquivir antes de su desembocadura. Muy cerca de la población del Castillo de las Guardas, nace entre encinas y se va deslizando hacia ... las tierras de cereales

y olivos del Aljarafe para terminar llegando a los pinares de las marismas de Doñana .

Durante muchos años, este ha sufrido de explotaciones, repoblaciones e incluso altas dosis de contaminación derivadas del desastre de las minas de Aznalcóllar. La acción inmediata de limpieza de esta última impidió una catástrofe mayor pero a raíz de ella, se empezaron a

plantear tareas de recuperación para conectar Sierra Morena con la marisma y que siguiesen habitando en la zona sus especies autóctonas.

Durante más de 60 kilómetros , se puede recorrer su sendero. A caballo, en bicicleta o a pie, se recorre la campiña del Aljarafe, pudiendo descubrir en el camino desde termas romanas a iglesias medievales y especies como el milano negro o el aguilucho cenizo.

Ya en su tramo más bajo, más cercano a las marismas, pueden apreciarse una amplia variedad de aves en las Reservas Naturales de Dehesa de Abajo y La Cañada de los Pájaros, por lo que es recomendable llevar prismáticos para poder disfrutar más de su observación. Además, si hacemos nuestro recorrido de forma cautelosa y en silencio, es muy habitual poder vislumbrar a otros animales como la nutria.

Este sendero se presta a muchas actividades para disfrutar del aire libre. El kayak y el piragüismo son dos buenas opciones para entrar de lleno en el ecosistema y descubrir esa variedad de flora y fauna que habita en las riberas. También puede realizarse en bicicleta, una forma excelente para disfrutar del entorno de manera respetuosa o rememorar algunos de los tramos de la romería del Rocío en carriola o a caballo.



Además, en el Centro de Visitantes, se puede practicar tiro con arco, escalada y aprender más sobre la zona en talleres ambientales.

Quienes prefieran disfrutar a pie, podrán deleitarse con bosques y terrenos adehesados que combinan con el cauce del río .

El sendero se divide en cuatro tramos. El primero, comienza en la carretera que une Gerena con Aznalcóllar. Tiene una longitud de 15 km, llegando hasta el puente de la Cuesta de las Doblas, en Sanlúcar la Mayor. En esta zona, que siempre se ha dedicado a la explotación

metalúrgica, podemos acercarnos con cuidado a una antigua gravera que ahora ocupan cañas, eneas y juncos y es muy frecuentada por aves.

El segundo tramo comprende 12 km y llega hasta el puente sobre el Guadiamar de la carretera A474 entre Aznalcázar y Pilas. Este es un tramo más denso, con bosques de gran diversidad biológica. Los agujeros de los taludes del río alberga abejarucos que ofrecen en

primavera y en verano un fantástico espectáculo con sus vuelos.

El tercero de los tramos parte de Buitrago y tiene 19km, con final en el Vado del Quema. En este trayecto se transmite muy claramente el paso de la dehesa a la marisma. Los cultivos del Aljarafe dejan paso a las aves acuáticas muy cercanas al paso de la Romería del Rocío .

El final del sendero conecta con Doñana justo en la unión con el Arroyo de la Cigüeña. Pueden observarse flamencos, aguiluchos laguneros, calamones, fumareles entre los cultivos de arroz, castañuelas y bayuncos. El itinerario finaliza justo en el Lucio del

Cangrejo, uno de los lugares donde la riqueza de aves de Doñana es mayor, en el límite con el Parque Nacional.

Unos embutidos, fruta o bocadillos son una buena opción para disfrutar de este sendero y hacer un alto en el camino para saborear un picnic en plena naturaleza pero si prefieres dedicar un tiempo a conocer los municipios aledaños y su gastronomía local , te animamos a hacer una ruta por estos pueblos y conocer algunos de sus mejores bares y restaurantes.

Aznalcázar

Casa Curro (Sevilla, 15. Aznalcázar) ofrece comida casera de siempre junto a los pinares de Aznalcázar. Ofrecen desde montaditos a cartuchos de pescado frito, así como chacinas ibéricas y tapeo clásico como carrillada, abanico de cerdo ibérico o cola de toro.

Asador Guadiamar (Carretera Aznalcázar-pilas, Km 0,5) , en la carretera Aznalcázar-Pilas, parece desde fuera una de las típicas chozas de las marismas de Doñana. Sus especialidades son las carnes y pescados a la brasa. Elaboran a diario platos caseros como la caldereta de venao, el arroz con conejo y caracoles o el pulpo a la gallega. Es un espacio perfecto para disfrutar de los días soleados de otoño en su amplia terraza exterior con árboles.

Aznalcóllar

Muy cerca también de la ribera del Guadiamar, en Aznalcóllar, encontramos Rincón no 7 (Concejo, 60. Aznalcóllar) , en un espacio de nueva creación donde David y Maribel ofrecen producto de kilómetro cero en una carta actual. Además de una buena variedad de tapas, disponen de carnes a la brasa, como sus hamburguesas especiales o el calamar sobre falso cuscús de coliflor. Pregunta también por sus sugerencias del día. Actualmente abren de jueves a domingo en horario de cenas y sábados y domingos para almuerzos.

Gerena

Cerca Casa Chico (Carr. el Garrobo, 30. Gerena) , muy cerca de Gerena, es una buena opción para una parada para reponer fuerzas. Disponen de una amplia variedad de opciones donde apuestan por carnes y pescados de la zona con elaboraciones actuales como sus

croquetas de serranito, las gambas frescas de Huelva o el falso mejillón relleno de gulas, langostinos y alioli.. Entre semana disponen de menú del día compuesto de primero, segundo y postre y con opciones como las migas camperas con huevo, las patatas guisadas con costillas o la castañeta con tomate. Deja un hueco para sus postres caseros.

Benacazón

En La Alacena de Benacazón (Calle Cabo de Gata, 3) encontramos un buen espacio para disfrutar tanto al aire libre como en su salón, además de una zona de mesas altas para tapear. Disponen de pescado fresco a diario de las costas de Cádiz y Huelva así como

carnes de maduración y de importación como el novillo argentino. Siempre es bueno preguntar por sus fuera de carta como las migas caseras, muy reconfortantes después de un duro día de caminata.

Olivares

En la localidad de Olivares encontramos también algunos puntos estratégicos donde saborear la gastronomía de la zona. Desde 1915, antes de ser bar, El Bólido (Roelas, 16. Olivares) ya era una bodega donde se fermentaba el mosto y aún queda recuerdo de aquellos tiempos. Ahora, el mosto lo acompañan de típicos aliños como el de tomate con caballa, huevos o papas y guisos de temporada, como la carrillada,

la carne guisada o la caldereta. Dispone también de una amplia terraza donde disfrutar al aire libre.

Sanlúcar La Mayor

En Sanlúcar La Mayor lo andaluz se fusiona con lo árabe en Alhucemas (Avda. del Polideportivo, 4) . Miguel Palomo, oriundo de esta pequeña localidad de Marruecos, quien con 50 años decidió montar este restaurante decorado también con motivos árabes y con

un ambiente muy familiar.

Salmonetes de Alhucemas

Cada día, Miguel va a la plaza para traer el pescado más fresco, que es una de las insignias de su carta, como sus croquetas caseras de pescado, las puntillitas fritas o las albóndigas de choco. Además, dispone de platos típicamente marroquíes como el cuscús de cordero.

Villamanrique de la Condesa

En el último tramo, en Villamanrique, se encuentra Café Bar Doñana (Plaza de España, 7. Villamanrique de la Condesa) rinde local al Rocío y a la buena comida. Todo lo que sirven es casero, desde la ensaladilla rusa hasta su famosa pringá que hizo las delicias de Paco Valladares, que venía a este establecimiento expresamente a por ella. En la época de El Camino, el tapeo deja protagonismo a los

guisos para reponer fuerzas como el pollo al ajillo, el venao o el menudo. Los domingos disponen de paella.

Ver comentarios