El Tragaluz

El local de El Tragaluz también es peculiar. Despliega mesas a distintas alturas y cuenta con terraza, zona alta con mesas bajas, barra y un reservado en superior con balcón al propio restaurante. En total, se pueden acomodar a alrededor de 40 comensales.

Centrando las líneas a los que se cuece entre fogones, El Tragaluz tira de cocina tradicional no exenta de innovación. La carta cambia continuamente, pero hay especialidades de la casa que se mantienen en la propuesta culinaria. Es el caso de los mejillones al curry, el lingote de atún, el tartar de salmón, los revueltos y carnes como el lomo alto o carnes ibéricas . Se suman guisos como la carrillada o la cola de toro y el pescado frito, que tiene fama aquí. Chocos, adobo y el frito variado .

Para regar, tienen una carta de vinos con una interesante diversidad de denominaciones de origen y tipos de uva. Denota la carta gusto por caldos de cercanía, de Ronda, Huelva, Sevilla… que se suman a las denominaciones más emblemáticas. En total, cuentan 30 referencias, muchas de las cuales se pueden tomar por copas. Asimismo, tienen Cruzcampo de tirador y una carta de cervezas internacionales y artesanas del grupo.

En cuanto a los postres, las estrellas de la casa son la tarta de queso y la tarta húmeda de chocolate.

¿Dónde tomar una tapa después de ir a la ópera “Il Trovatore”?