Grupo Trifulca homenajea a Casa Marciano cien años después: así es el nuevo bar del Arenal
Recupera en la esquina de Paseo Colón con Reyes Católicos el nombre de este mítico ultramarinos para un bar con sello sevillano
Casa Marciano ha querido recuperar el toque clásico de aquel mítico ultramarinos, pero añadiéndole cocina para comer
Para muchas personas -para las que tengan 40 años o menos- será sólo un nombre más pero, para las que superan la cuarentena, escuchar Casa Marciano significará retrotraerse en el tiempo hasta su niñez o juventud para evocar recuerdos de un negocio ... mítico de Sevilla. Un ultramarinos en la calle Lineros que fue fundado por Marciano Díaz en 1928 y que se convirtió en parada obligatoria. Ahora, casi cien años después, el Grupo Trifulca ha recuperado su nombre en señal de homenaje (cerró en el año 1991) y le ha dado un toque más allá de su sello original. Porque en el actual Casa Marciano, recién abierto en la esquina del Paseo Colón con Reyes Católicos, se podrá comer gracias a una carta variada en la que destacan los clásicos sevillanos.
«Era el mejor ultramarinos de la época, marcado por las estrecheces que retrataba el personaje de Carpanta y la ensoñación que disparaba su mítico escaparate con un jamón (que se puede apreciar en esta publicación) de una arroba por lo menos», cuenta Javier Rubio cuando se le cuestiona por lo que significó este establecimiento en su época.
Y desde el Grupo Trifulca tienen claro que deben continuar con esa línea, como explica Germán Franco, gerente de restauración y socio: «Recuperar el nombre de Casa Marciano es nuestra forma de rendir homenaje al histórico ultramarinos que formó parte de la vida de la ciudad durante décadas. No queríamos inventar nada nuevo, sino devolverle a Sevilla un lugar de barra, tapas con sabor de siempre, guisos con alma y cerveza helada, como debe ser en una ubicación inmejorable. Además, queremos mantener vivas costumbres tan nuestras como la del juego del kiriki, que muy pronto recuperaremos aquí».
¿Cómo es la carta de Casa Marciano?
Y es que este nuevo bar del Arenal está enfocado en el sevillano, como se desprende de su decoración y, sobre todo, de su carta, en la que se combina desde pasarratos, charcutería y conservas hasta guisos, especialidades y pescados. Por ejemplo, se puede empezar tomando unos chicharrones fritos en el momento y pasar a alguna chacina de Lazo como la paleta ibérica, el lomito de presa de bellota o el salchichón a taquitos. Sin olvidar sus quesos. La siguiente parada se puede componer con unas alcachofas baby salteadas con jamón, una anchoa en mariposa y pan de tomate, y unos boquerones en vinagre antes de centrarnos en sus aliños y encurtidos, donde es recomendable pedir la gilda de steak tartar de vaca, la ensaladilla clásica y el tomate de colgar aliñao, por ejemplo.
Terraza y cerveza helada
Entre tapa y tapa, las cuales se pueden degustar tanto en el interior en barra o mesa como en su amplia terraza que da a las dos calles, el tirador de Cruzcampo no para de sacar cervezas heladas a un precio moderado para lo que ya hay en muchos otros restaurantes. Y llega entonces el turno para los platos calientes. Entre sus guisos, pura sevillanía: carrillada, espinacas con garbanzos, pochas con costillas de cerdo, lomo de bacalao gratinado con tomate y, para mojar, tomate frito, patatas y huevo.
¿Qué más se puede comer en Casa Marciano?
En pocos días se han convertido en un éxito sus torreznos laminados muy finos, destacando también el flamenquín de serranito, las croquetas de lomito ibérico, el pollo frito recién hecho y la punta de solomillo al whisky o al cabrales.
No hay que olvidarse del pescaíto con el cazón en adobo, los taquitos de choco o los soldaditos de pavías de bacalao. Y, por supuesto, se puede rematar con montaditos de pringá, panceta, un mantecaíto o el contundente Marciano antes de terminar con postres como la leche frita, el tocino de cielo o la clásica comtessa helada.
¿Dónde está y qué horarios tiene Casa Marciano
La ubicación de Casa Marciano es inmejorable, ya que se encuentra justo en la esquina de Paseo Colón con Reyes Católicos, enfrente del puente de Triana. Cuenta con una amplia terraza con veladores que están situados en ambas calles. El horario de la cocina es amplio: abre de martes a jueves de 12:00 a 16:30 y de 20:00 a medianoche, mientras que los viernes y sábados permanece abierta de forma ininterrumpida hasta la 1:00 y los domingos hasta las 24:00; los lunes el local permanece cerrado.
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