El sencillo gesto que evita que las galletas se pongan blandas

Pero, ¡no te preocupes! En GURMÉ te revelamos el sencillo gesto para que tus galletas se mantengan crujientes por más tiempo.

El secreto para mantener las galletas crujientes radica en cómo las almacenas. La humedad es el principal enemigo de la textura crujiente, así que el objetivo es mantenerlas lo más secas posible . Aquí te dejo algunos pasos clave para lograrlo:

1. Para las galletas caseras, deja que se enfríen

Si has optado por hornear tú mismo las galletas, antes de guardarlas, asegúrate de que están completamente frías. Guardarlas cuando todavía están tibias puede causar condensación dentro del recipiente, lo cual introduce humedad y las ablanda. Así que ten paciencia y deja que alcancen la temperatura ambiente.

2. Utiliza recipientes herméticos

Elige recipientes herméticos para almacenar tus galletas tanto si éstas son caseras como si las has comprado en un supermercado. Los frascos de vidrio con tapa de goma o los recipientes de plástico con cierre hermético son ideales . Estos evitarán que la humedad del ambiente se infiltre y mantendrán tus galletas crujientes por más tiempo.

3. Añade un absorbente de humedad

Aquí viene el truco definitivo: utiliza un absorbente de humedad dentro del recipiente . Por ejemplo, papel de cocina. Coloca el absorbente en el fondo del recipiente o entre capas de galletas. Esto ayudará a mantener el ambiente seco dentro del contenedor. También puedes introducir trozos de pan.

4. Guarda las galletas separadas

Si tienes diferentes tipos de galletas, guárdalas en recipientes separados . Algunas galletas, como las que tienen rellenos de frutas o cremas, tienden a liberar más humedad y pueden afectar a otras galletas crujientes si se almacenan juntas. Mantenerlas separadas ayudará a conservar la textura de cada una.

5. No guardes las galletas en la nevera

Aunque pueda parecer una buena idea, la refrigeración no es amiga de las galletas crujientes . El frío del refrigerador puede provocar condensación cuando se sacan a temperatura ambiente, lo que las ablanda rápidamente. Lo mejor es mantenerlas a temperatura ambiente en un lugar fresco y seco.

Además de estos pasos fundamentales, aquí tienes algunos consejos adicionales para asegurarte de que tus galletas se mantengan perfectas:

Cocina las galletas lo suficiente. Asegúrate de hornear las galletas el tiempo adecuado para que queden bien crujientes. Si están poco cocidas, tendrán más humedad y se ablandarán más rápido.

Usa una cantidad de harina y de azúcar correcta. La proporción de harina y azúcar en tu receta puede afectar a la textura de las galletas. Experimenta hasta encontrar la combinación que dé como resultado la textura que deseas.

Recupéralas en el horno. Si notas que algunas galletas se han ablandado, puedes recuperarlas colocándolas en el horno a baja temperatura (unos 150°C) durante unos minutos. Esto ayudará a evaporar el exceso de humedad y devolverles algo de su crujiente.

Y si quieres más trucos para que tus recetas de repostería resulten deliciosas y sean saludables, toma nota de cómo sustituir la mantequilla por aceite en dulces o cómo hacer para que los churros no se pongan duros .