Sopa rápida

Pelamos la cebolla, los tomates y los dientes de ajo y los picamos muy menudos, junto con el perejil.En un perol echamos el aceite y le añadimos los ingredientes anteriores para hacer con ellos un refrito.En una cazuela ponemos el agua y la llevamos a ebullición junto con el hueso de jamón. A continuación, incorporamos a este caldo el sofrito de la sartén y dejamos cocer a fuego lento durante unos diez minutos.Vamos cortando el pan en rodajitas finas y pequeñas e iremos echándolo en la cazuela que tenemos al fuego. Dejamos que nuestra sopa rápida hierva durante aproximadamente unos siete minutos y apartamos del fuego.Batimos los huevos en un bol y los vamos echando poco a poco a nuestra sopa, moviéndola muy despacio. Inmediatamente procedemos a servir en la mesa.

Si no tienes a mano hueso de jamón, puedes utilizar una pastilla de caldo concentrado para hacer esta sopa, aunque es más saludable la primera opción.

El pan será más nutritivo según el tipo y la calidad de la harina, o los ingredientes añadidos que le pongamos.Los hidratos de carbono constituyen su nutriente más representativo y son los responsables de que el pan sea considerado, desde el punto de vista nutritivo, como un alimento energético.Pero las proteínas son proteínas vegetales, no deben ser despreciadas aunque están en baja proporción y sean de escaso valor biológico.El pan casi carece de grasas, generalmente las grasas que le añadimos para hacer más suave la masa, por lo que adolece también de falta de vitaminas A, D y E, limitándose, por lo tanto, el contenido vitamínico a las B1, B2 y B3. Entre los componentes minerales tienen importancia el calcio y el fósforo, siendo más baja la cantidad del primero.