Pollo a la parrilla con romesco y verduras

En primer lugar, vamos a hacer el romesco. Para ello, remoja las ñoras en agua tibia para que se pongan más tiernas y poder extraer fácilmente la carne. Pon el tomate y los ajos en un recipiente apropiado para el horno, ponles un chorreón de aceite y asar en el horno.En un mortero ponemos la carne que hemos extraído de las ñoras, las almendras, la guindilla, los ajos asados y pelados, el pan frito y el tomate asado, también sin piel. Una vez que esté bien machacado, incorporamos un poco de vinagre y vamos añadiendo poco a poco a la vez que vamos mezclando, como si fuera una mayonesa. Pon un poco de sal y pimienta.A continuación nos vamos a la parrilla. La pechuga la cortamos en filetes gruesos y la echamos a la barbacoa con un chorreón de aceite y sal. El fuego debe estar medio para que se dore por fuera y no pierda los jugos. Cuando ya esté a nuestro gusto, sacamos y ponemos la cebolleta partida por la mitad, los tomates cherry, que podemos poner enteros, y el calabacín en rodajas.Para servir, pon la pechuga junto con las verduras y unas cucharaditas de romesco.

Espolvorea las verduras con un poco de ajo en polvo antes de ponerlas a la brasa para que estén más sabrosas.

La pechuga de pollo es una de las carnes que menos grasa contiene. Esta es una carne que, debido a sus múltiples posibilidades culinarias, es muy frecuente entre los fogones y además gusta mucho a los más pequeños de la casa.Las verduras complementan este plato con vitaminas, minerales y sustancias de acción antioxidante.La salsa romesco está elaborada a base de hortalizas, por lo que va a resultar una guarnición rica en vitaminas y minerales, así como en fibra y distintas sustancias de acción antioxidante. Las almendras y el pan frito, además de aportarle consistencia a la salsa, va a enriquecerla con hidratos de carbono y grasas insaturadas, que nos van a ayudar a reducir los niveles de colesterol en sangre.