Pavo guisado con uvas y guarnición de patatas paja

Trocea los muslos de pavo en trozos de tamaño mediano. Sazona y dora en una sartén a fuego fuerte con unas gotas de aceite de oliva.Pela la cebolla y pícala junto con los dientes de ajo para sofreír el conjunto en la misma sartén donde doramos el pavo.Incorpora los dados de pavo dorados y añade el vino blanco. Agrega ahora el laurel y cubrimos con agua. Deja cocer a fuego suave hasta que el pavo quede bien tierno.Pela las uvas, córtalas por la mitad y retírales las semillas.Pela las patatas, lávalas y córtalas a la "paja". Para ello puedes ayudarte de una mandolina. Fríelas ahora en aceite de oliva muy caliente hasta que queden bien doradas y crujientes. Las escurrimos y depositamos sobre papel de cocina para eliminar el exceso de aceite de oliva. Pon a punto de sal.Incorpora las uvas al guiso de pavo y cocina durante un par de minutos.Sirve el guiso en un plato y coloca un montoncito de patatas paja sobre éste.

El secreto para conseguir unas buenas patatas "paja" reside en la temperatura del aceite. Éste debe estar muy caliente para que las patatas queden bien crujientes.

La carne de pavo es posiblemente una de las que menor contenido graso posee, lo cual hace que sea muy recomendable para incluir en dietas de control de peso.Presenta además una buena cantidad de proteínas de alto valor biológico. Además, su suave textura y sabor hacen que pueda acompañarse con multitud de guarniciones.La cebolla que hemos empleado para elaborar el sofrito del guiso va a aportar mucha jugosidad al pavo, que suele tener una carne bastante seca. Además, va enriquecer la receta con una importante cantidad de vitaminas, minerales y sustancias de acción antioxidantes, las cuales nos van a proteger contra la acción negativa de los radicales libres, causantes de numerosas enfermedades degenerativas.Por su parte, las patatas que hemos frito para acompañar el guiso van a aportar una buena cantidad de hidratos de carbono complejos.Datos nutricionales del muslo de pavo: