Mermelada de tomate con espuma de calabaza y zanahoria

Preparamos primero la mermelada de tomate: escaldamos los tomates unos 30 segundos. Los escurrimos y los pelamos. Los cortamos y les retiramos las semillas.Vertemos los tomates en una cazuela de barro. Agregamos el azúcar y regamos el conjunto con el zumo de un limón. Dejamos así 12 horas en la nevera. Pasado el tiempo, ponemos al fuego lentamente y dejamos unos 50 minutos removiendo constantemente.Para la espuma de calabaza, pelamos las zanahorias y cortamos la calabaza pelada en trozos. Cocemos ambas. Cuando estén blandas, escurrimos y trituramos hasta que quede una crema. Añadimos la nata y salpimentamos al gusto. Volvemos a remover y colamos por un pasapuré. La crema resultante la introducimos en un sifón con dos cargas de gas. Servimos la mermelada en copas y cubrimos con la espuma.Recuerda que en Gurmé tienes muchas otras recetas con calabaza .

Entre la mermelada y la espuma pon un poco de yogur griego. El bocado será exquisito.

El alto contenido en vitaminas C y E, así como la presencia de carotenos en el tomate convierten a éste en una importante fuente de antioxidantes, sustancias con función protectora de nuestro organismo. Además, el tomate es también muy rico en vitaminas, fibra y minerales.Para la elaboración de la mermelada hemos usado abundante azúcar por lo que no es conveniente abusar de ella. La calabaza, por su parte, es una cucurbitácea rica en betacaroteno y vitamina A. Esta última constituye un nutriente fundamental para la salud de la vista, la piel y las mucosas, así como para fortalecer las defensas de nuestro organismo.