Lubina con compota de cebolla

Pela y corta las cebollas en juliana. Ponlas en una cazuela de barro, tápala y métela en el horno, a temperatura media, durante unos minutos para que sude, pero sin dejar que coja color.Cuando esté lista, sácala del horno y ponla al fuego con el vino blanco, la mitad de la nata y el azúcar. Remueve y cocina hasta conseguir una textura de compota.Pon en un cazo al fuego la nata restante con el caldo de pescado. Deja que reduzca y añade la trufa rallada. Cocina durante 5 minutos y ponle una pizca de sal.Por último, limpia el pescado y córtalo en filetes. Pásalos por harina y fríelos en aceite caliente.Para servir, pon una cama de compota de cebolla en los platos, encima pon el pescado y rocíalo con la salsa de trufa.

Para hacer el plato más completo, acompaña el pescado con unas patatas cocidas o al vapor.

La lubina es un pescado blanco cuya carne blanca y compacta, así como su sabor fino y delicado, hacen que sea un producto muy apreciado por el público en general. En su composición destaca un elevado contenido en proteínas de alta calidad. Además, es rico en una gran variedad de minerales, tales como el yodo, el fósforo, el potasio y el magnesio. Otra ventaja que presenta la lubina es su escasa presencia de espinas, por lo que es un pescado ideal para ofrecerlo a los más pequeños de la casa.