Ensalada de pasta con queso fresco, frutas y gambas

Pon al fuego una olla con agua, leche y un puñado de sal. Una vez rompa a hervir, añade los lazos de pasta y cuécelos hasta que queden “al dente”. Llegados a ese punto, escurre la pasta y enfríala.Pela, despepita y trocea las frutas en daditos pequeños, los cuales reservaremos.Pon agua a hervir junto con una hoja de laurel y sal gruesa. Incorpora las gambas y, cuando vuelva a entrar en ebullición el agua, las sacamos.Coloca los lazos de pasta en una ensaladera y les agregamos los daditos de melocotón, papaya, queso freso y, por último, las gambas cocidas.Aliña la ensalada con aceite de oliva, vinagre de Jerez y sal gruesa. Mezcla bien y añade el cebollino picado.Reserva en el frigorífico para servir bien fría la ensalada.

Es importante que la pasta quede en su punto adecuado, es decir, “al dente”. Si la cocemos demasiado, ésta quedará blanda y tendrá peor digestibilidad.

El valor energético de esta ensalada va a venir determinado por los hidratos de carbono que contiene la pasta. A ello hay que sumarle las calorías aportadas por el aceite de oliva que, además, va a enriquecer el plato con grasas insaturadas, excelentes para la salud cardiovascular.Al combinar la pasta con las proteínas de calidad de las gambas obtenemos como resultado una receta muy completa.La fruta presente en la ensalada va a enriquecer además este plato con una importante cantidad de vitaminas, minerales, fibra y sustancias de acción antioxidante, grandes aliadas de la salud.