Corazones de alcachofas gratinados con gambas y queso de cabra

En primer lugar, limpia las alcachofas , dejando solamente los corazones. Cuece éstos en abundante agua con sal y zumo de limón hasta que estén tiernos. Una vez cocidos, déjalos enfriar en su propio caldo.Mientras se enfrían los corazones, corta las cebollas en juliana y póchalas en una sartén con aceite de oliva y sal.Salpimenta las gambas y saltéalas en una sartén con unas gotas de aceite de oliva. Ya que el plato lo terminaremos en el horno, las gambas deben quedar poco hechas.Corta ahora el queso de cabra en rodajas finas y resérvalas.Lo siguiente que deberás hacer es escurrir los corazones de alcachofas y colocar una cucharada de cebolla pochada sobre cada uno de ellos.Pon dos o tres gambas (según el tamaño de éstas) sobre la cebolla. A continuación, una hoja de albahaca y, por último, una rodajita de queso de cabra.Para finalizar el plato, gratina los corazones de alcachofas en el horno (precalentado a 200ºC) hasta fundir el queso.Espolvorea con una juliana de albahaca y sirve inmediatamente.

Aunque el resultado no será exactamente el mismo, también podemos utilizar corazones de alcachofa congelados o en conserva.

El ingrediente protagonista de la receta que nos ocupa es la alcachofa, una deliciosa verdura que admite un amplio abanico de preparaciones. En esta ocasión, las hemos acompañado con gambas y queso de cabra, todo un regalo para el paladar.Las alcachofas destacan por su alto contenido en hidratos de carbono y fibra, por lo que un buen plato de esta verdura sacia el apetito y favorece el tránsito intestinal. También aportan minerales como el potasio y el fósforo, así como vitaminas B1 y B3.Hay que tener presente que las alcachofas son flatulentas y deben eliminarse de algunas dietas.Las gambas, además de darle un toque muy original a esta receta, van a hacer que el contenido proteico de la misma se vea incrementado. Éstas, además, son una excelente fuente de minerales como el fósforo, el yodo y el sodio.En cuanto al queso de cabra, va a aportar una buena cantidad de proteínas de alto valor biológico. Pero también va a hacer que el contenido graso de la receta se vea incrementado.