Cazuela de marisco

Primero pelaremos y picaremos la cebolla.

Después vamos a limpiar los mejillones, el pescado, las gambas y los langostinos.

El tomate lo asaremos con piel a fuego lento en una sartén, volteándolo con cierta frecuencia.

Freímos ahora las rebanadas de pan en una sartén con aceite de oliva. Las reservamos.

En el mismo aceite de freír las rebanadas de pan vamos a freír también las gambas y los langostinos. Los reservamos.

Pochamos la cebolla picada a fuego lento.

Mientras se pocha la cebolla vamos a majar en un mortero el pan frito junto con el ajo, el perejil, la pimienta y el tomate asado (sin pepitas y sin piel). Añadimos este majado a la cazuela y removemos.

Es el momento de añadir el pimentón y el agua. Removemos unos segundos.

Una vez comience a hervir, agregaremos el pescado, los langostinos, las gambas y los mejillones.

Finalmente, añadiremos el azafrán y un poco de sal.

Cocinamos a fuego lento durante un cuarto de hora.

Si lo deseamos, podemos añadirle un puñado de fideos finos por comensal a la cazuela.

Este es un plato para consumir en ocasiones especiales. En esta receta predomina el pescado, un alimento con unas propiedades nutricionales muy interesantes y que no debe faltar en la dieta de ninguna persona.

Se trata de un plato en el cual, gracias al pescado y al marisco, domina el componente proteico.

Las personas con hiperuricemia o gota deberán moderar su consumo, ya que el marisco posee un elevado contenido en purinas.