Postres y dulces de Semana Santa

Torrijas con manzana caramelizada y helado de fresa

La primera propuesta que te traemos es la de unas torrijas tradicionales de leche pero con un acompañamiento algo más especial: unas manzanas caramelizadas y un helado que en esta ocasión va a ser de fresa, pero que puedes probar con el sabor que más te guste.

Las texturas diferentes de estos alimentos y su temperatura harán que cada bocado sea diferente, especial.

Y te damos un extra, la mezcla en la que hemos elaborado las manzanas caramelizadas podemos transformarla en un delicioso almíbar con un chorrito de ron. Si regamos nuestro dulce con este almíbar, el resultado será digno de los paladares más exigentes.

Torrijas

Eso sí, si no te gusta innovar, no te preocupes. Aquí te traemos la receta tradicional de torrijas. Para que tu dulce sea lo más fiel posible a la receta primigenia. Se trata de una receta de aprovechamiento, ya que podemos elaborarla con el pan que ha sobrado del día anterior. La canela y el limón le otorgarán a la torrija un aroma y sabor especiales.

Además, si quieres darle un acabado diferente prueba, en lugar de espolvorearlas con azúcar y canela, a regarlas con un chorrito de miel. ¿Se puede tener un bocado más dulce?

Y si lo que te gusta es ir probando recetas diferentes cada vez que haces tus torrijas, te proponemos que eches un ojo a este listado de torrijas . Tienes hasta 10 variedades diferentes para probar.

Mona de chocolate

Ahora nos trasladamos al norte de España. Más concretamente a Cataluña. Allí es tradición, en época de Cuaresma y Pascua, las monas. Este dulce gustará a toda la familia, pero, sin lugar a dudas, serán los más pequeños de la familia los que disfrutarán con este dulce de Semana Santa.

Además, es fácil de hacer. Lo primero que debemos hacer es batir 4 huevos más dos yemas junto con 175 gr. de azúcar.

Removemos bien y añadimos la ralladura de la cáscara del limón, la harina y la levadura previamente tamizadas y las almendras molidas al gusto. Las dos claras que no hemos usado, las batimos hasta alcanzar el punto de nieve junto con el resto del azúcar. Lo añadimos a la crema anterior, mezclando con cuidado de que no se bajen las claras.

Vertemos la masa en el molde que hayamos elegido y horneamos unos 45 minutos a 180º. Desmoldamos. Ahora ponemos el chocolate al baño maría y lo mezclamos con la mantequilla. Con esta crema cubrimos el pastel. Decoramos con el huevo de chocolate y ¡listo!

Mona de Pascua o panquemado

Aquí va otra receta de mona de Pascua, también conocida como panquemado. Es perfecta para tomar el lunes de Pascua, así que ve practicando.

Tan solo debemos hervir la leche con la corteza de limón y dejarla reposar hasta que esté tibia. En un bol ponemos la harina y la mezclamos con la levadura seca. A continuación añadimos aceite, leche tibia, huevos y una pizca de sal.

Lo batimos todo bien con la batidora y luego le damos forma redonda, amasando la masa con las manos. Cubrimos el bol con un paño y lo ponemos en el horno durante 20-30 minutos a una temperatura de 50º, hasta que veamos que la masa incremente su tamaño.

Una vez la masa haya levado, la dividimos en 4 ó 5 partes, dependiendo de la cantidad de monas que queramos hacer y del tamaño.

Le damos la forma que deseemos y la ponemos 10 minutos en el horno a 50º máximo, para que siga creciendo la masa. Una vez lista la masa, mezclamos una yema de huevo con una cucharada de leche y pintamos las monas con un pincel para que se doren en el horno.

Podemos decorar las monas con bolitas de chocolate, almendras, cerezas, pasas o con azúcar glass. Las ponemos nuevamente en el horno a 200º durante 25-30 minutos, hasta que veamos que están listas y que han cogido un color adecuado. Las sacamos del horno y las dejamos enfriar.

Huesos de santo

Aquí cambiamos un poco de tercio y vamos a darle todo el protagonismo a los huevos. Éste será el ingrediente estrella de dulces de Semana Santa como los huesos de santo.

Se trata de unos pastelillos de color blanco y forma alargada y cilíndrica, elaborados de mazapán y rellenos de dulce de yema, por lo que su apariencia nos recuerda a la de un hueso.

La elaboración de estos dulces se remonta a comienzos del siglo XVII, aunque el empleo de mazapán es de la época andalusí. La tradición manda consumirlos tanto en Semana Santa como en el Día de Todos los Santos.

Rosca de Pascua

En esta ocasión os traemos un dulce típico de las fechas que se aproximan como es la rosca de Pascua. Una delicia de tomar y elaborar que encantará, sobre todo, a los más duchos entre los fogones. Aunque se necesita un poco de práctica para elaborar este postre, con estos pasos podrás preparar la rosca de Pascua de manera muy fácil.

Disolvemos la levadura en agua tibia con una pizca de azúcar. Agregamos la leche condensada, el huevo, un chorrito de aceite de oliva, la ralladura de limón y la esencia de vainilla. Batimos durante 5 minutos.

Poco a poco agregamos la harina y formamos la masa que trabajaremos bien con los dedos hasta que no se pegue en las manos.

Dejamos descansar la preparación en un bol, tapando la superficie con papel film, durante 1 hora en lugar cálido. Pasado este tiempo, tomamos la masa y ahuecamos el centro con la mano, colocamos en el centro un cortante redondo untado con aceite y enharinado y lo dejamos levar durante 2 horas más en una placa también untada con aceite y enharinada.

Mientras tanto, preparamos la crema pastelera mezclando las yemas con la leche condensada, la fécula de maíz y el agua.

Llevamos al fuego lento revolviendo continuamente. Cuando comience a hervir revolvemos más rápidamente y apagamos el fuego. Seguimos revolviendo hasta que la preparación se enfríe y agregamos la esencia de vainilla. Mezclamos y distribuimos la crema sobre la rosca.Para finalizar pintamos la masa de la rosca de Pascua y la crema pastelera con el huevo batido, espolvoreamos con azúcar molida y las almendras o nueces y llevamos a horno moderado durante 30 minutos.

Pestiños bañados en miel

Los pestiños son otro de los dulces más clásicos de la repostería de Semana Santa.

Comenzamos colocando el aceite en un cazo al fuego con las bolitas de anís. Cuando esté caliente, retiramos y reservamos. Dejamos que se enfríe completamente.

Ahora colamos y mezclamos con 100 ml. de agua y el vino blanco. Añadimos un poco de sal gorda y vamos sumando la harina, poco a poco. Debemos ir removiendo hasta lograr una masa homogénea. Dejamos reposar. Estiramos la masa con un rodillo y cortamos en cuadrados.

Para dar la forma de pestiño tan solo tendremos que doblar las puntas opuestas. Freímos en aceite de oliva muy caliente. Elaboramos un almíbar calentando la miel, el agua y la piel del limón. Cuando quede una masa homogénea, retiramos y dejamos que se enfríe.

Bañamos en este almíbar los pestiños y ¡listos!

Leche frita con sopa de vainilla y canela

La leche frita es un postre tradicional que se prepara con mayor profusión durante estos días de Cuaresma. En esta ocasión la vamos a acompañar con una rica sopa de canela.

Elaboramos primero la leche frita. Hervimos la leche en un cazo. Aparte, calentamos los huevos batidos con el azúcar. Agregamos la harina y la canela previamente tamizados y removemos bien. Vertemos en esta mezcla la leche hirviendo y sin dejar de remover. Mantenemos cociendo unos minutos. Dejamos que vaya espesando y retiramos. Colamos la crema resultante. Untamos esta crema en una bandeja previamente untada con un poco de mantequilla y dejamos que cuaje completamente. Cortamos en porciones y rebozamos en harina y un huevo batido. Ahora freímos en aceite muy caliente. Le damos el toque final rebozando las porciones fritas en azúcar.

Para la sopa de vainilla y canela: Mezclamos las yemas de los huevos con el azúcar. En un cazo calentamos la leche con la vainilla partida en dos y una ramita de canela. Cuando hierva la leche, le añadimos las yemas. Colamos y dejamos enfriar. Servimos la leche frita bañada en la sopa y a disfrutar de un postre muy dulce.

Orejuelas

Se trata de un dulce frito tradicional de muchos de nuestros recetarios.

En una sartén, calentamos el aceite hasta que coja calor y dejamos que se enfríe de nuevo. En un bol, mezclamos el huevo, el vino blanco, el anís, el azúcar, el zumo de media naranja, el aceite ya templado y amasamos con la harina que sea necesaria hasta que quede una masa homogénea y esponjosa.

Dejamos reposar la masa unas 2 horas. Con ayuda de un rodillo y espolvoreando harina sobre una mesa, estiramos pequeños trozos de masa, cuanto más finos mejor, y los vamos friendo en aceite caliente por ambas caras, teniendo cuidado de que no se nos quemen. Espolvorearemos las orejuelas con azúcar glass.

Poleá

La poleá es un postre tradicional muy popular en las provincias de Sevilla, Cádiz y Huelva que también gana protagonismo en la época de Semana Santa. Este postre, muy barato y energético, nació en los años difíciles, y es una derivación de las conocidas gachas dulces.

Calienta el aceite en una cazuela y fríe en ella las rebanadas de pan. Una vez doradas, escurrimos bien y reservamos sobre papel absorbente. La cáscara de limón la freiremos igualmente en el mismo aceite y la reservaremos.

En la misma cazuela, añade la harina tostada, el azúcar, el palo de canela y la matalaúva. Remueve al tiempo que vamos añadiendo la leche poco a poco, sin cesar de remover para evitar que aparezcan grumos. Seguir cociendo a fuego suave durante 20 minutos.

Cuando la poleá esté bien ligada, sírvela en una fuente, espolvoréala con canela molida y decora con la cáscara de limón y el pan frito.