¡No tires el pan duro! Diez recetas sencillas y deliciosas para reutilizarlo

Con estas propuestas aprovecharás todo el pan que te sobra

El pan es más versátil en la cocina de lo que a primera vista pueda parecer GURMÉ

En GURMÉ nos encanta la cocina de aprovechamiento . Con ella, no sólo no desperdiciamos los alimentos que nos sobran sino que, además, nuestra imaginación nos deja un poco más de margen para innovar y para preparar recetas que, de otra manera, ... quizás no hubiéramos preparado.

Esto sucede con ingredientes como la pasta o el arroz, cuya medición es bastante difícil . Pero también sucede con el pan . Es habitual que en todos los hogares sobren trozos de pan o piezas completas de un día para otro . El problema es que el pan se reseca y se pone duro, con lo que su apetecible textura desaparece. También su sabor puede sufrir alguna que otra alteración.

Pero ¡no pasa nada! Como sabemos que no te gusta tirar comida, aquí te proponemos 10 recetas sencillas y sabrosísimas para reutilizar el pan que te haya sobrado más allá de los bocadillos y sándwiches , que siempre son una estupenda alternativa.

Existen, además, numerosas variedades de pan incluso aptos para las personas con alguna intolerancia, como al gluten.

Pero antes de entrar en materia, ¿vemos todo lo bueno que nos aporta el pan?

Beneficios nutricionales del pan

Es cierto que durante mucho tiempo el pan ha sido un alimento denostado por las calorías que aporta . Sin embargo, son muchos más los beneficios que nos aporta que su contenido calórico. De hecho, se recomienda una ingesta moderada de pan en dietas de control de peso. Se ha comprobado que puede perderse más fácilmente peso cuando comes pan que si no lo haces .

Recetas como las torrijas pueden elaborarse con pan del día anterior GURMÉ

La recomendación general de ingesta de pan es de unos 250 gr. repartidos en las distintas comidas del día. Aunque es preferible en el desayuno y el almuerzo.

En cuanto a los beneficios , para empezar, el pan tiene una cantidad elevada de hidratos de carbono, lo que nos aporta muchísima energía . De hecho, puede que sea la principal fuente de energía para nuestro cuerpo y, sobre todo, para nuestro cerebro.

Tiene además un alto contenido en vitaminas y otros nutrientes . Tiene hierro, magnesio, ácido fólico y vitaminas B2 y B6 . Por ello es bueno para evitar que asciendan los niveles de azúcar en sangre. Se trata de un alimento idóneo para las personas que padecen diabetes.

Gracias a su contenido en fibra, ayuda a regular el tránsito intestinal . Y por sus proteínas vegetales , nos ayuda a prevenir ciertas dolencias como la obesidad, la diabetes o las enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas.

Por último, no debemos olvidar que el pan también contiene sustancias antioxidantes que nos ayudan a combatir el envejecimiento celular.

¿Se puede pedir más?

Diez recetas sencillas para aprovechar el pan duro

Aunque cuando pensamos en cocinar con pan nuestra mente viaja directamente a los bocadillos, el pan es un alimento mucho más versátil . Canapés, tostas, sopas, cremas, dulces… El pan durse presta a múltiples preparaciones.

Y si es el pan duro que sobra de un día para otro, también. Así que toma nota de las propuestas culinarias que te traemos y descubre todo un mundo de alternativas para el pan. Y no lo olvides: ¡no tires el pan que te sobra!

1

Tostas de tomate y queso

Comenzamos por una tradicional tosta de tomate y queso en la que podemos usar el pan del día anterior, ya que irá horneado y con una pizca de aceite de oliva. Gracias a eso, el pan recuperará textura y sabor.

Se trata de una receta tan sencilla que sólo necesitarás de unos minutos para tenerla lista y poder presentarla a tus comensales. Además, con ella podrás ofrecer unos aperitivos elaborados con ingredientes naturales y de calidad.

Comenzamos lavando y secando el tomate. Lo cortamos en rodajas finas y reservamos. Cortamos el pan en rebanadas y las tostamos. Colocamos encima de cada tostada de pan algunas rodajas de tomate. Regamos con unas gotas de aceite de oliva. Encima colocamos una loncha o cuña de queso curado. Espolvoreamos orégano por encima e introducimos en el horno a 180 grados unos minutos para que se derrita el queso.

2

Salmorejo cordobés

Ahora vamos a recuperar varias sopas tradicionales para las que necesitaremos el pan del día anterior. La primera de estas sopas o cremas es el salmorejo.

El salmorejo cordobés seguramente sea, junto al flamenquín o al rabo de toro, la receta más popular de la gastronomía de la provincia de Córdoba.

Con la llegada del verano, y las temperaturas elevadas, un salmorejo frío con su jamón serrano y con su huevo duro es una gran opción para comer. Aunque si quieres otras opciones para el verano, aquí te proponemos otras 10 recetas fresquitas para combatir las altas temperaturas .

Para elaborarlo y hacer uso de ese pan duro que tenemos, sólo tenemos que remojarlo en agua. Una vez remojado, lo escurrimos con las manos para eliminar el exceso de agua.

Introducimos el pan escurrido en el vaso de la batidora y añadimos el aceite, los tomates, los ajos, la sal y unas gotas de vinagre. Batimos a velocidad media hasta formar una pasta suave y homogénea.

Ponemos al punto de sal y vinagre y reservamos en el frigorífico para que a la hora de consumirlo esté bien frío.

3

Sopa de ajo castellana

La segunda de nuestras sopas con pan del día anterior será una sopa de ajo castellana.

Es una receta muy sencilla a la que se le pueden añadir más ingredientes para enriquecerla, pero aquí os mostramos una de las más básicas, que podréis elaborar en poco tiempo. Sigue paso a paso el procedimiento que te explicamos a continuación para una sopa castellana perfecta.

Comenzamos pelando y picando los dientes de ajo. En una cazuela a fuego lento echamos un buen chorreón de aceite de oliva y ponemos los ajos.

Mantenemos hasta que comiencen a dorarse. Agregamos los taquitos de jamón. Removemos bien. Cuando se dore el ajo, incorporamos unas rebanadas de pan. Retiramos entonces del fuego y agregamos unas dos cucharaditas de pimentón dulce.

Cuando se mezcle bien volvemos a poner al fuego. Incorporamos el caldo y mantenemos cociendo unos 20 minutos. Añadimos un poco más de pan tostado.

Salpimentamos al gusto y ahora echamos los huevos en el caldo hirviendo. Mantenemos hasta que se hagan. ¡Y listo! En tan solo unos minutos hemos elaborado una auténtica receta de sopa castellana, la más tradicional.

Y, además, te ofrecemos unos consejos para el pan: si quieres que esté más jugoso, prueba a tostarlo con un chorrito de aceite de oliva. También podéis sustituir el caldo por agua, pero este primero le dará más sabor a nuestra sopa de ajo.

4

Migas de la sierra

En este listado de propuestas culinarias con pan duro no podría faltar otro clásico como las migas de la sierra.

Para elaborar este delicioso y contundente plato debemos cortar el pan en cuadraditos y salpicarlo con agua. Se tapa con un paño de cocina y se deja reposar toda una noche.

En el momento de preparar las migas, se pelan los ajos y se doran enteros en una sartén muy grande (donde se vayan a hacer las migas), con aceite de oliva. Antes de que doren demasiado, se retiran.

Cortamos ahora el jamón y el chorizo en taquitos. La panceta la cortaremos en tiras. En la misma sartén que empleamos para los ajos, sofreímos el jamón y el chorizo. Luego se añaden a la sartén los cuadraditos de pan y permanecemos removiendo durante un buen rato. A los 15 minutos, se añaden los ajos y se sigue removiendo el tiempo que sea necesario hasta conseguir que las migas se doren y que todo quede ligado e integrado en una misma mezcla dorada.

Como guarnición, se sirven las uvas lavadas y el melón, cortado en trozos.

5

Tostada de higos secos y frambuesas braseadas con mermelada de moras

Las tostadas es otro plato que puedes elaborar con pan del día anterior. En esta ocasión vamos a elaborar unas originales tostadas de higos secos y frambuesas braceadas que acompañaremos con mermelada de moras.

Empezamos rehidratando los higos secos en un recipiente con agua templada durante 2 horas.

Una vez rehidratados los higos, los cortamos en juliana y los salteamos en una sartén con mantequilla. Cuando comiencen a dorar, añadimos las frambuesas y el vino dulce. Rehogamos unos instantes hasta que se caramelice. Llegado a este punto, retiraremos la sartén del fuego y reservamos.Tostamos ahora las rebanadas de pan.

Colocamos los higos sobre las tostadas. Intercalamos las frambuesas y la mermelada de moras entre los higos.

Estas tostadas son perfectas para empezar el día con energía. También son ideales para merendar o, incluso, para cenar.

6

Migas de pan con chocolate y sal marina

Como os comentábamos, el pan es un ingrediente esencial en muchos postres. Así que vamos a empezar con esas propuestas dulces que gustarán a los paladares más golosos.

Con la primera de estas propuestas recuperamos la receta de las migas, pero en lugar de hacerlas solamente saladas, las vamos a hacer con una combinación de sabores que dejará a tus comensales con ganas de más.

Ponemos en una sartén aceite de oliva y freímos los ajos. Cuando estén dorados, los retiramos y añadimos sal al aceite. Damos vueltas hasta que se deshaga e incorporamos un poco de agua, mezclándolo todo.

Troceamos la miga de pan y la mojamos con agua. La ponemos en la sartén y vamos dando vueltas hasta que todo el pan se impregne del aceite. Seguimos removiendo hasta que la miga de pan se vaya secando y se tueste, sin dejar que se queme.

Retiramos del fuego y dejamos reposar unos minutos. Servimos las migas en platos con una bola de helado de chocolate encima, decoradas con unas escamas de sal marina.

7

Pudin de pasas

El pudin es un postre perfecto para aprovechar el pan sobrante del día anterior. Aquí te lo presentamos con pasas.

En primer lugar, hacemos el caramelo para cubrir el molde que vamos a utilizar, así que en una sartén ponemos azúcar. Cuando esté hecha caramelo, cubrimos completamente todas las paredes y el fondo del molde.

Ahora troceamos la barra de pan y le echamos encima la leche previamente caliente para que se reblandezca. Con ayuda de la batidora, batimos la mezcla y añadimos también los huevos y cuatro cucharadas de azúcar. Cuando esté todo mezclado, añade las pasas y vierte en el molde, en cuyo fondo hemos puesto previamente una tanda de pasas. Coloca otras cuantas cuando esté la crema vertida. Habrá que ponerlo al horno al baño María a 175º C durante unos 25 minutos. Deja enfriar antes de desmoldar.

8

Pudin con frutos rojos

Hacemos otro pudin, pero en esta ocasión, con frutos rojos.

Derretimos la mantequilla y la mezclamos con galletas trituradas. Cubrimos el fondo del molde elegido con la masa resultante. Ponemos en remojo el pan con la leche y lo dejamos una hora.

Pasado el tiempo, mezclamos el pan remojado en la leche con el aceite y los frutos rojos lavados y cortados en trozos. Incorporamos la ralladura de limón y los huevos batidos, así como la levadura y la esencia de vainilla. Vertemos la mezcla sobre el molde y ponemos al baño María en el horno a temperatura media.

Mantenemos así unos 40 minutos. Y ya estaría el pudin. Decoramos con más frutos rojos y con algunas ramitas de menta.

9

Pudin de orejones

Una vez más, el pudin es el que nos va a salvar de tirar nuestro pan del día anterior. En esta ocasión haremos el pudin con orejones (melocotones o albaricoques deshidratados).

Troceamos el pan y lo ponemos a remojo en la leche. Cuando esté empapado, lo batimos con la batidora. Añadimos los huevos, la nata y la leche condensada y seguimos batiendo hasta conseguir una textura fina. Rebozamos los orejones en harina y los añadimos a la mezcla anterior, mezclando con una cuchara. Caramelizamos un molde para horno y echamos la masa dentro.

Cocinamos al horno, al baño María, durante 1 hora, a 150º. Pasado ese tiempo, sacamos el molde del horno, dejamos que se enfríe y desmoldamos. Decoramos nuestro postre con un poco de mermelada de albaricoque y unos frutos rojos.

10

Torrijas

Como última propuesta, dejamos uno de los dulces más típicos de nuestro recetario: las torrijas.

Su asociación ala época de Cuaresma se debe tal vez a la necesidad de aprovechamiento del pan sobrante que, durante el tiempo en que no se podía comer carne, era por ello menos consumido.

Ponemos a cocer la leche con el azúcar, la cáscara de limón y la canela en astilla, hasta que hierva. Apartamos del fuego y dejamos enfriar. Empapamos bien las rebanadas en la leche y las pasamos por harina y por los huevos batidos. Freímos en aceite muy caliente hasta que doren. Dejamos escurrir y espolvoreamos con azúcar y canela en polvo. Dejamos enfriar las torrijas antes de servir.

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