Gnocchi con gorgonzola, pistachos y panceta paso a paso

Para obtener un resultado perfecto, cocina los gnocchi solo hasta que suban a la superficie ya que es el punto justo que garantiza su ligereza. Además, tuesta ligeramente los pistachos antes de añadirlos; esto intensifica su aroma y aporta un contraste delicioso con la cremosidad del gorgonzola. Si lo deseas, puedes añadir unas hojas frescas de salvia al final para realzar el sabor y darle un toque más aromático.

1. Corta la panceta en tiras finas y el queso gorgonzola en cubos pequeños. Pica groseramente los pistachos y resérvalos.

2. En una sartén amplia, cocina la panceta a fuego medio hasta que esté crujiente y haya soltado parte de su grasa. Retírala y deja un poco del jugo en la sartén para potenciar el sabor de la salsa.

3. En la misma sartén, añade el gorgonzola y un poco de nata o leche para facilitar la fusión del queso. Remueve a fuego suave hasta conseguir una crema espesa y homogénea.

4. Hierve abundante agua con sal. Añade los gnocchi Garofalo y espera a que floten: ese es el momento exacto para escurrirlos.

5. Incorpora los gnocchi a la sartén con la salsa, mezcla con suavidad para que se impregnen bien y añade la panceta crujiente. Sirve inmediatamente con los pistachos tostados por encima y, si quieres, una pizca de pimienta negra recién molida.

Este plato ofrece un equilibrio entre carbohidratos de absorción lenta procedentes de los gnocchi, proteínas de calidad derivadas del queso y la panceta, y grasas saludables aportadas por los pistachos. Su contenido energético lo convierte en una opción saciante, perfecta como plato principal. El gorgonzola contribuye con calcio y sabor, mientras que los frutos secos añaden antioxidantes y una textura crujiente que eleva el conjunto. Es una receta completa, que invita a disfrutar sin prisas del placer de la buena mesa italiana.

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