Espinacas con garbanzos: la auténtica receta sevillana paso a paso

Esta receta, que se encuentra normalmente en bares de tapas y tabernas de Sevilla, destaca por su combinación de ingredientes básicos y especias que potencian su sabor. El comino, el ajo y el pimentón le dan un toque especiado que hace que este plato sea inconfundible. Además, su preparación es fácil y rápida, por lo que se ha convertido en un clásico en muchos hogares andaluces.

Para preparar este delicioso plato, comenzamos calentando el aceite de oliva en una sartén grande. Freímos la rebanada de pan junto con los dientes de ajo enteros hasta que estén dorados. Retiramos y colocamos estos ingredientes en un mortero, donde los machacamos junto con el comino y el vinagre de Jerez hasta obtener una pasta homogénea.

En la misma sartén, añadimos el tomate rallado y lo sofreímos durante unos minutos hasta que reduzca. Incorporamos el pimentón dulce y removemos rápidamente para que no se queme. A continuación, añadimos las espinacas frescas y las salteamos hasta que reduzcan su tamaño. Incorporamos los garbanzos cocidos y la pasta del mortero, mezclando bien todos los ingredientes.

Añadimos un vaso de agua y dejamos cocinar a fuego lento durante unos 10 minutos, removiendo de vez en cuando para que los sabores se integren. Ajustamos la sal al gusto y, una vez que el guiso tenga la consistencia deseada, retiramos del fuego y dejamos reposar unos minutos antes de servir.

Se puede acompañar con pan frito o crujiente, que le aportará un contraste de texturas delicioso.

Este plato mejora con el reposo, por lo que se puede preparar con antelación y recalentar antes de servir, permitiendo que los sabores se intensifiquen.

Si usas garbanzos secos en lugar de cocidos, recuerda ponerlos en remojo la noche anterior y cocerlos durante aproximadamente una hora hasta que estén tiernos.

Las espinacas con garbanzos son un plato altamente nutritivo. Los garbanzos son una excelente fuente de proteínas vegetales y fibra, esenciales para el tránsito intestinal y la saciedad. Las espinacas, ricas en hierro, calcio y vitamina K, contribuyen a la salud ósea y cardiovascular.

Además, el comino y el pimentón no sólo aportan sabor, sino que también tienen propiedades digestivas y antioxidantes. Todo esto hace que este plato sea una opción ideal para una dieta equilibrada y saludable.

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