Bizcocho de calabacín: receta sana y fácil para el verano

En este caso, te proponemos un bizcocho fácil y rápido de hacer, ideal para el verano. Su sabor es tan suave que será un éxito tanto en el desayuno como en la merienda, e incluso para sorprender a tus invitados.

Aprovechar los productos de temporada como el calabacín es una excelente manera de añadir variedad y nutrientes a tus recetas, ¡y qué mejor manera de hacerlo que con un bizcocho que encantará a todos!

Para hacer esta receta sana y fácil para el verano, comienza preparando los calabacines. Lávalos bien y pélalos si quieres conseguir un bizcocho más suave (aunque la piel también es comestible y aporta fibra).

Ralla los calabacines con un rallador y ponlos en un colador para que suelten el exceso de agua. Puedes presionar ligeramente con una cuchara para acelerar el proceso.

En un bol grande, bate los huevos con el azúcar hasta que la mezcla se vuelva cremosa y de color claro. Añade el aceite y la esencia de vainilla, batiendo hasta que quede todo bien integrado.

Añade el calabacín rallado ya escurrido y mezcla con la ayuda de una espátula o cuchara de madera.

Ahora, incorpora los ingredientes secos. Tamiza la harina, la levadura, la canela y la sal sobre la mezcla húmeda. Remueve hasta que obtengas una masa homogénea.

Engrasa ligeramente un molde para bizcochos (aproximadamente de 20 cm de diámetro). Vierte la masa en el molde y hornea durante 35-40 minutos en el horno precalentado a 180 °C (calor arriba y abajo).

Para asegurarte de que esté en su punto, haz la prueba del palillo: al pinchar el bizcocho, debe salir limpio.

Deja enfriar el bizcocho en el molde durante 10 minutos y luego desmóldalo. Puedes dejarlo enfriar completamente antes de cortarlo. ¡Y listo para disfrutar!

Si quieres aportar un toque crujiente a tu bizcocho de calabacín, añade a la masa antes de hornear un puñado de nueces o almendras troceadas.

Un poco de ralladura de limón dará un toque más fresco todavía a tu bizcocho. Si lo prefieres, puedes usar naranja.

Y para una opción más ligera, puedes reducir la cantidad de azúcar o sustituirla por stevia o eritritol.

Este bizcocho de calabacín es una opción saludable y nutritiva para disfrutar sin culpa.

El calabacín, además de aportar jugosidad, es bajo en calorías y rico en fibra, mientras que el aceite de oliva y los frutos secos ofrecen grasas saludables.

Además, este bizcocho es una buena fuente de antioxidantes y vitaminas. Así que es uno de esos postres de los que puedes disfrutar de forma regular como parte de una alimentación equilibrada.

Al no ser tan dulce como otros bizcochos, es perfecto para quienes buscan un capricho que no sobrecargue su cuerpo de azúcar.

Y si lo guardas en un recipiente hermético, se conserva bien durante varios días.