Berenjenas a la parmesana: la receta italiana que tiene menos calorías que la lasaña

A diferencia de la lasaña tradicional, esta receta prescinde de la pasta y la bechamel, por lo que reduce considerablemente el aporte calórico sin renunciar a la textura cremosa ni al sabor. Perfecta como plato principal vegetariano, guarnición o incluso como parte de un menú más completo. Y lo mejor: se puede preparar con antelación y está aún más rica al día siguiente.

Para preparar este clásico, comienza lavando las berenjenas y cortándolas en rodajas finas, de medio centímetro aproximadamente. Si quieres suavizar su sabor, puedes espolvorearlas con sal y dejarlas reposar 20-30 minutos. Luego, sécalas con papel de cocina.

Mientras tanto, prepara una salsa de tomate casera: sofríe la cebolla y el ajo picados en un poco de aceite, añade el tomate triturado, sal, pimienta y unas hojas de albahaca. Cocina a fuego medio unos 15-20 minutos hasta que espese.

Saltea ligeramente las berenjenas en una sartén con un poco de aceite o hazlas al horno para que se cocinen sin exceso de grasa. Luego, en una fuente apta para horno, monta las capas: primero un poco de salsa, luego berenjena, mozzarella, parmesano y otra vez salsa. Repite hasta terminar y remata con queso por encima.

Gratina en el horno a 180 ºC durante 25-30 minutos hasta que esté dorado. Sirve caliente o templado.

Si no tienes mozzarella, prueba con ricotta o queso fresco batido para darle cremosidad.

Puedes preparar la salsa con antelación o usar tomate frito de calidad si tienes prisa.

Si te sobra, guarda el plato en la nevera hasta 3 días. También se congela bien.

Acompaña con una ensalada verde o una rebanada de pan integral y tendrás una cena completa.

La combinación de vegetales y queso hace que esta receta sea equilibrada, saciante y perfecta para quienes buscan opciones sin carne ni pasta, pero llenas de sabor. Las berenjenas aportan fibra y antioxidantes, al igual que el tomate, y el queso suma proteínas y calcio. Al no llevar bechamel ni pasta, el contenido en carbohidratos y calorías es inferior al de una lasaña tradicional.¿El veredicto? Una receta que demuestra que lo saludable también puede ser reconfortante y lleno de sabor, con todo el espíritu italiano… pero sin pasarse de calorías.