La fruta diurética que funciona como una infusión: está cargada de antioxidantes y casi no tiene calorías
Tomar piña es una forma deliciosa de cuidar tu salud desde la cocina

Entre las frutas más buscadas por quienes buscan un efecto diurético en su alimentación destaca la piña. Su sabor tropical y su alto valor nutricional la convierten en una opción muy popular en las cocinas que apuestan por el equilibrio entre placer y salud. Esta fruta jugosa, ligera y de fácil digestión es ideal para incluir en recetas que favorezcan la eliminación natural de líquidos y toxinas.
En la cocina saludable, la piña se ha ganado un lugar especial por su capacidad para aportar frescura y beneficios al mismo tiempo. Su textura y dulzor natural permiten crear platos equilibrados que ayudan a cuidar el organismo sin renunciar al disfrute.
La piña, fruta detox por excelencia
La piña es una fruta de bajo contenido calórico, rica en agua y cargada de enzimas, vitaminas y antioxidantes.
Uno de sus componentes más destacados es la bromelina, una enzima que ayuda a la digestión de las proteínas y que tiene efectos antiinflamatorios y diuréticos. Gracias a ella, la piña ayuda a la eliminación de líquidos y combate la hinchazón, especialmente después de comidas copiosas o cenas pesadas.
Su efecto diurético se puede comparar al de muchas infusiones que se suelen tomar para depurar el cuerpo. Por eso, incluir piña en la dieta diaria, ya sea en el desayuno, como postre o entre horas, puede tener un efecto similar al de tomarse una infusión de cola de caballo, una infusión de diente de león o té verde.
Antioxidantes que protegen desde dentro
Además de ser diurética, la piña está cargada de antioxidantes naturales, como la vitamina C y los betacarotenos, muy presentes también en otras frutas y hortalizas como la acerola y la zanahoria, respectivamente.
Estos antioxidantes ayudan a proteger las células del daño oxidativo, combaten los radicales libres y retrasan el envejecimiento celular. Esto se traduce en menos inflamación en el cuerpo, una piel más luminosa y un fortalecimiento del sistema inmunológico.
Por lo tanto, consumir piña de forma habitual nos ayuda a reforzar nuestras defensas y a mantener un buen estado de salud en general.

Cómo incorporar la piña en el menú diario
Aunque se puede comer tal cual, al natural, la piña también se presta a múltiples elaboraciones sencillas. Puedes tomarla en batidos, añadiendo jengibre o menta para potenciar su efecto depurativo.
También puedes asar piña a la plancha con un toque de canela para conseguir un postre rápido. O hacer otros más elaborados como una deliciosa tarta de piña o un ligero flan de mango y piña.
Incluso puedes usarla en platos salados fríos, como una ensalada fresca con marisco, o calientes, como un lomo asado con piña.
Otra opción sencilla y saludable, que además es puro aprovechamiento, consiste en utilizar la piel y el corazón de la piña, que normalmente se desechan, para preparar una infusión casera. Añade agua hirviendo, deja reposar, cuela y pon un poco de jengibre y canela. Esta bebida mantiene el efecto diurético de la fruta como cualquier otra tisana.
Así que, recuerda, la piña es mucho más que una fruta dulce y refrescante. Su efecto diurético, su carga de antioxidantes y su escaso aporte calórico la convierten en una excelente opción para quienes buscan depurarse sin renunciar a comer bien.
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