Taró se corona como el mejor pescaíto frito en la 'Batalla de Restaurantes' de Chicote

En el formato presentado por Alberto Chicote, cuatro restaurantes de una misma ciudad compiten por el título de mejor exponente en su especialidad culinaria, valorándose aspectos como el espacio, la cocina, el servicio, la relación calidad-precio y, por supuesto, el plato estrella. Además de las puntuaciones de los propios hosteleros, la nota final del chef madrileño puede dar la vuelta a la clasificación.

La competición comenzó con Marisquería Moya, donde Juan Moya defendía su legado familiar de más de cien años en el sector del pescado y el marisco. Aunque la calidad del producto no fue cuestionada, sí lo fueron detalles como la conservación de la fritura y el servicio, lo que le llevó a obtener una media de 4,6 puntos.

El turno después fue para Taró, donde Pachu Barrera dejó claro que su concepto no es el de un chiringuito de playa, sino el de una cocina tradicional malagueña reinterpretada con técnicas innovadoras como la baja temperatura. Aunque sus compañeros le reprocharon no ajustarse al modelo clásico de fritura, el impecable estado del local y la presentación de sus platos le otorgaron un 4,8 en la primera ronda.

El tercer restaurante en la pugna fue La Sal y el Son, un espacio de ambiente festivo que no logró convencer al resto de participantes. La calidad del pescaíto frito fue criticada, y el local recibió una de las puntuaciones más bajas del programa: 2,7 puntos.

Por último, Sacaba Mar, dirigido por Victoria Reyes, presentó su propuesta basada en fritura y espetos. Sin embargo, la distribución del local y detalles como la ubicación de productos sin gluten junto a otros elaborados generaron dudas entre sus rivales. A pesar de ello, fue la mejor valorada en la categoría de fritura, empatando con Moya con 4,6 puntos.

La clasificación no sufrió grandes cambios tras la intervención de Chicote. Con una media final de 5,5 puntos, Taró se llevó el título de mejor pescaíto frito de Málaga, seguido por Sacaba Mar (5 puntos), Marisquería Moya (4,8 puntos) y La Sal y el Son (3,3 puntos). A pesar de las críticas sobre su reinterpretación de la fritura, el jurado reconoció la calidad del producto y la técnica innovadora aplicada por Barrera en platos como la fritura de pulpo a baja temperatura con puré de batata o los taquitos de rape marinados y fritos con tomatillos.

Con esta victoria, Taró y su chef Pachu Barrera refuerzan su posición como una de las referencias gastronómicas en Málaga. Formado en la Escuela de Hostelería La Rosaleda, Barrera ha trabajado en cocinas de prestigio como Tragabuches (Ronda), en la etapa de Dani García, o Las Rejas de Manolo de la Osa (Cuenca). Hace cuatro años decidió apostar por su propio proyecto, naciendo así Taró, ubicado en el barrio de Huelin.

Su cocina se basa en el producto local y el recetario tradicional malagueño con un toque personal. Además de su famosa fritura de pulpo y los taquitos de rape, en su carta destacan propuestas como el ajoblanco malagueño con vieiras a la brasa y huevas, el chivo de Canillas con tabulé de verduritas o el tartar de salchichón de Málaga con pasas y miel de caña.

La edición malagueña de 'Batalla de Restaurantes' ha sido una de las más comentadas de la temporada. El programa de Chicote sigue recorriendo España en busca de los mejores exponentes de la gastronomía regional, habiendo pasado ya por ciudades como Córdoba, A Coruña, Logroño o Bilbao.

Con esta victoria, Taró se suma a la lista de restaurantes que han logrado destacar en la televisión nacional. Aunque algunos insistan en que su fritura no es la más tradicional, lo cierto es que Chicote y sus rivales coincidieron en algo: el nivel de su cocina y la excelencia del producto son indiscutibles.