Los torreznos y las pizzas de Roostiq llegan de Madrid a Marbella

Otra de las señas de identidad de Roostiq es el lema ‘We farm!’ , pues tienen su propia huerta y se abastecen de sus propias granjas, por lo que es imprescindible probar las verduras, los embutidos y el pollo que cocinan aquí. Hacen realidad el eslogan tan repetido, ‘del campo a la mesa’, en este caso dándole todo el sentido con ese autoabastecimiento del que presume la empresa y con el añadido de apostar por que “todo el que viene tiene que comer muy bien y divertirse”. Esta es la filosofía y en breve esperamos poder comprobarlo en primera persona.

Roostiq comenzó a funcionar en la capital en 2018 y desde el primer momento consideró clave que a la propuesta gastronómica le acompañara un servicio de calidad, un ambiente desenfadado, un interiorismo y decoración cuidados y un ticket medio “correcto” , señalan ellos mismos. Lo dicho. Habrá que visitar el restaurante de Marbella para hablarles con propiedad de si lo van a conseguir también en la Costa del Sol, repitiendo el éxito cosechado en Madrid.

Los torreznos son el plato estrella de Roostiq . Tanto es así, que el establecimiento madrileño se ha convertido en un lugar de peregrinaje solo por probar este plato. La pizza es el otro imprescindible en la carta, con receta propia perfeccionada con los años por el propio Zoilo Álvarez en la que la masa llega a fermentar en frío durante 72 horas . Él es el alma mater de este concepto gastronómico que se convirtió en proyecto de restauración después de años de dar bien de comer en su finca de Ávila a familiares y amigos.

Zoilo Álvarez tuvo claro desde el principio que el buen producto era la base . Junto a este, los medios y fórmulas para elaborarlo y presentarlo. Es así que entra en escena el horno de leña y la parrilla de Roostiq , dos de sus señas de identidad. De este combo salen igual unos pimientos confitados, unas alcachofas a la brasa, unos puerros bien sabrosos, una de sus pizzas de fermentación lenta, un buen chuletón o uno de sus pollos ecológicos . “El producto apenas se toca, solo pasa por el fuego para extraer sabores y conseguir texturas”, destacan desde la empresa.

Esta apuesta tan firme por el buen comer han querido acompañarla de una cava que atesora cientos de referencias entre champanes, borgoñas y vinos nacionales y de distintas partes del mundo. En total, 500 referencias disponibles para maridar con cualquiera de las opciones de la carta.