Marcos Granda, Skina: “El trato al cliente, la atención y el buen servicio son intangibles que te hacen volver a un sitio”

Es de imaginar la agenda y el día a día de un profesional como él. Sea como fuere, siempre nos atiende cordial y dispuesto, una persona cercana y con una energía que transmite cuando hablas con él. Está m uy ilusionado con un proyecto que va tomando forma de cara a 2024 . No, no es otro restaurante… “Unos amigos y yo estamos organizando un evento muy especial en Madrid, en Ifema, para el mes de junio, una feria donde se encontrará todo lo que rodea al mundo de los destilados: Bar Show Madrid ”, explica. Suma esto a su lista de tareas, pendientes y retos, porque este proyecto es un gran reto para él del que esperamos ir conociendo más detalles. “Te aseguro que iré contándote más”, asevera.

Aprovechamos la charla para que nos de algunas recomendaciones gastro. Él, que disfruta muchísimo viajando, nos lleva de Marbella a Ronda para seguir hasta Madrid. aterrizar en su Asturias natal y, a la vuelta, parar en Tarifa, entre gastronomía, tiendas de alimentación y otras delicatessen para paladares exigentes. Despegamos, Marcos…

– Si pudieses desayunar con calma por la mañana, ¿dónde lo harías?

– Me encanta Paisana (Marbella). Creo que tienen uno de los mejores cafés de España. Lo tomo solo, un solo doble y sin azúcar. Y de destacar es también el arraigo que tienen hacia el producto de cercanía. Es espectacular. Te digo que para mi es de los mejores desayunos del mundo, en serio. Cuando estoy en Marbella siempre voy. Los huevos recién traídos para preparar una tortilla francesa deliciosa, con un pan de semillas muy rico y lo acompañan con unas hojas verdes de lechuga. ¡Y es que la lechuga es prácticamente lo más bueno, así que imagina!

La guinda de Paisana es el trato de los camareros, esa atención tan diferencial. Son personas muy profesionales, cálidas. Estos son aspectos que te hacen volver, intangibles que generan que el cliente regrese.

– Una carnicería, pescadería y frutería de confianza…

– Para la carne voy al Mercado de Marbella, a un puesto en el que compro para casa desde hace años, Carnicería Cristóbal. En el caso del pescado mi referente es Artesans da Pesca. Roberto me envía el género tanto para Skina como para casa desde hace 12-14 años. Es mi pescadero de confianza. Me identifico mucho con los valores que representa y le compro una vez por semana para consumo propio y dos o tres pedidos son para el restaurante.

En cuanto a la fruta y la verdura, Eladio. De lo mejor que tenemos en la Costa del Sol.

– Una tienda gastronómica o algún puesto donde encontrar ese algo especial que buscas para la cocina.

– Dos sitios especiales. De un lado Coalla Gourmet, en Madrid, especializada en vinos y con productos de gran nivel. Y el otro comercio que me encanta está en Gijón, en la plazuela de San Miguel. Tés, especias, azafranes, sales… The Legend Sabores de Leyenda. Hay que ir.

– Un bar de barrio en el que tomar un aperitivo con los amigos.

– Pata Negra. Paro dos o tres veces en semana, cuando voy al mercado. Está en los bajos del mercado de Marbella, muy cerquita de Skina.

– Un restaurante especial para invitar a comer a la familia.

– Ikigai, en Marbella. Es un japonés que a mi hija le encanta así que solemos ir cuando podemos.

– Un sitio diferente para cambiar de tercio.

– Regueiro, de Diego Fernández. Es una cocina de influencia asiática que destaca en un lugar como Asturias, la verdad.

*Regueiro está en Villapedre, Navia (Asturias).

– ¿Un pequeño vicio confesable… gastronómicamente hablando?

– El champán.

– Un restaurante ‘de lujo’ al que volver.

– Bardal.

– ¿Café o copa?

– Café, doble solo y sin azúcar. Consumo poco alcohol.

– Un chiringuito al que ir en verano.

– Me iría para Cádiz. Carbones 13, en Tarifa.

– ¿Qué te gusta preparar en casa cuando tienes invitados?

– Algo sencillo, la verdad. Un gazpacho que hace mi pareja que está espectacular, marisco, procurando tener gambas blancas de Málaga o quisquillas de Motril, jamón ibérico… y arroz. Cuando viene gente a casa solemos preparar un buen arroz. Y de postre, el flan de Mari, que está delicioso.