La Posada de Casabermeja: «Tradición en los Montes de Málaga»

El buen trato del chivo o la maestría en elaboraciones tradicionales como las migas, la berza con pringá o el conejo al horno hacen de este tradicional restaurante en el centro de Casabermeja un refugio popular en el que disfrutar del ambiente rural y acogedor de sus salones

Bares y restaurantes de Málaga para saborear la auténtica cocina malagueña

Calidez y sabor a tradición es lo que se respira en este restaurante de Casabermeja

Casabermeja, ubicada en los Montes de Málaga, se ha convertido en un enclave imprescindible para disfrutar de los productos del chivo malagueño, un producto con Indicación Geográfica Protegida que representa lo mejor de la gastronomía del interior de Málaga.

Un buen surtido ... de restaurantes, entre los que se encuentra el Asador Puerta de Málaga, Venta Casa Pedro, el Restaurante La Huerta o incluso El Puerto, especializado en pescados y mariscos, muestran con orgullo en sus cartas este manjar de carne tierna, jugosa y sabor suave. A ellos se une el Restaurante La Posada, un laberinto de salones que conserva su esencia rústica y que, aun habiendo sido renovado, nos da pistas de lo que fue hasta bien entrado el siglo pasado: un hospedaje. Se sigue conservando el pasillo que distribuía los antiguos cobertizos, convertidos hoy en acogedores comedores presididos por chimeneas. También hay un bonito porche andaluz para comer o cenar «al fresco» cuando el tiempo así lo pide.

Situado junto a la Oficina de Turismo, frente al Ayuntamiento y la Parroquia de Nuestra Señora del Socorro da gusto entrar y ver como te reciben con gran amabilidad y aroma a horno de leña. No es fácil el aparcamiento en la zona, pero dar un paseo antes y aprovechar para comprar alguno de los panes que se elaboran de manera artesana en la Panadería Nuestra Señora del Socorro es una opción a tener muy en cuenta.

La carta de vinos es cortita y llena de referencias clásicas, pero suficiente para acompañar dignamente. Nos gustó encontrar una pequeña representación de vino de la Serranía de Ronda y nos decantamos por 6+6 de Bodegas Doña Felisa Chinchilla. Un ensamblaje de tempranillo y syrah de carácter envolvente y versátil. Una de las opciones de la Serranía más presentes en las cartas de los restaurantes, buena opción para acompañar los platos que aquí se sirven.

Teníamos claro que sus famosas migas elaboradas en horno de leña no podían faltar en nuestra comanda, pero un pequeño lío no sabemos si en sala o en cocina hizo que se quedaran atrás. Lástima, o suerte, según se mire, porque eso nos da la excusa perfecta para volver. Merece la pena comenzar con la asadura de chivo. Muy suave. Nos gustó especialmente. Plato humilde que apreciamos muchísimo por su sabor y porque no es nada fácil encontrarlo en los restaurantes. Cocinada a fuego lento y sin muchos añadidos que le resten protagonismo, puede resumir perfectamente la sabrosa cocina de este restaurante.

Puestos a tradición, en esta visita, nos quedamos con las dos partes más demandadas de este animal: chuletillas y paletilla, aunque en la carta puedes encontrar cuello, pierna, costillas… Es estupendo que te den opción a cambiar sus guarniciones para no ser repetitivos. Las patatas fritas que acompañan son excelentes, pero no se quedan atrás la patata asada o las verduras de temporada, cocinadas con igual mimo que la carne, algo que no siempre ocurre. Bastante ricas las chuletillas y sencillamente deliciosa la paletilla, muy jugosa y con un punto de cocción perfecto, que hace que se deshaga con facilidad al simple roce del tenedor.

Dejamos un hueco para el postre. El arroz con leche, aunque quizá algo frío para mi gusto, tenía una textura cremosa y un buen punto de dulzor. La tarta de queso, por su parte, fue triunfadora: densa y suave. Bastante rica, aunque echamos de menos una base crujiente. Entre las opciones, nos llamó la atención el flan de chirimoya…, ¿quizá en la próxima? Más que satisfechos nos disponíamos a tomar el café, sin saber que, en esta casa, llega acompañado de unos deliciosos rosquitos caseros, con ese toque «mágico» de la repostería de siempre, así que el final no pudo ser mejor.

La Posada no solo destaca por su cocina, sino también por el bonito edificio en el que se encuentra. En sala son algo lentos y un pelín caóticos, pero agradables y atentos. Se esfuerzan por ofrecer un trato cercano y profesional, compensando así los pequeños olvidos. Un restaurante a tener muy en cuenta en el interior de la provincia.

LA POSADA (CASABERMEJA)

Valoración

  • Comida 4/5

  • Atención 3/5

  • Ambiente 3/5

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