Casa Mateos Ronda: «una taberna imprescindible»

Casa Mateos se define con acierto como una bodega gastronómica. Mantiene la imagen rústica y acogedora de siempre. La distribución del local gira en torno a mesas altas y taburetes, sin mesas bajas, lo que favorece una comida desenfadada, bien sea en el pequeño interior rústico —apenas cinco o seis mesas— o en la animada terraza, siempre concurrida por rondeños y visitantes que conocen bien el valor del lugar.

La carta se centra en tapas y raciones, así que te aconsejamos hacer un buen equilibrio si eres de los que le apetece probar varias cosas. Eso sí, pidas lo que pidas, no te saltes el pincho de chivito con hierbabuena y tabulé, una tapa que, desde nuestro punto de vista, resume a la perfección la filosofía de Casa Mateos: partir de una tapa tradicional, elevando el resultado gracias a un producto de primera calidad y un toque original. Fantástico para abrir una ronda de tapas o una buena comida.

Siempre es buena idea comenzar con el hojaldre de sardina con tomate dulce, un bocado delicado que juega con los contrastes o la ensaladilla de la abuela. La última vez la tomamos servida como una bola de helado y aunque reconozco que no es mi formato favorito, estaba estupenda.

Es difícil quedarse con sólo cuatro o cinco platos de toda su oferta porque son muchas las sugerencias que aparecen por aquí cada semana rompiendo moldes con propuestas que van más allá de lo habitual en este tipo de espacios. Así, junto a unos impecables huevos estrellados con jamón ibérico, unas adictivas regañás con carne mechá o un delicioso 'morterito' de porra, aparecen bocados que conquistan desde el primer vistazo, como es el caso del tartar de salchichón que sirven con lima, dándole un punto atrevido y refrescante que lo distingue de otros muchos.

Aprovecha también si te ofrecen los impecables puerros confitados con queso azul, delicados y suaves, con el punto justo de intensidad del queso que redondea un plato muy equilibrado.

Siempre nos quedamos con ganas del tartar de gambas con ajoblanco, que sabemos que preparan francamente bien o de las habitas aliñadas con trufa, calabacín y huevo de codorniz. Tampoco desmerecen algunos de los platos de carne que vimos en mesas cercanas. Como os decimos, difícil elegir.

Y si quieres para redondear un broche goloso, pero que no sature, prueba con el cremoso de chocolate con aceite, naranja y sal.

La oferta de vinos es tradicional y clásica, con un guiño a los vinos locales y algunos toques actuales. Una carta cortita, bien elegida con generosos andaluces y dulces tradicionales como pedro ximénez, moscatel o pajarete, típicos de Málaga y Jerez. En blancos, rosados y tintos predominan los vinos de Ronda, reforzando el compromiso con lo local, junto a algunas etiquetas conocidas de Rueda, Huelva, Sevilla o Cádiz, que mantienen un perfil clásico.

Casa Mateos es para nosotros uno de los clásicos imprescindibles de Ronda, un sitio al que siempre dan ganas de regresar.

Casa Mateos se encuentra en la calle Jerez, 6, en Ronda.