Savor Restaurante y Tapas: fusión y creatividad en San Pedro de Alcántara
Savor Restaurante y Tapas: fusión y creatividad en San Pedro de Alcántara
Cuando entras en el comedor de Savor , en un espacio de decoración más bien clásica, y servicio muy atento y formal, quizá la mente te invite a pensar en una cocina seria, tradicional… y, sin embargo, desde el momento que lees la carta, te ... das cuenta de que estabas equivocado. Su concepto creativo, lleno de color y fusión de cocinas y culturas podría desarrollarse perfectamente en una cocina abierta o en una barra elegante, pero desenfadada, donde seguro que el comensal disfrutaría viendo a su chef, Pablo Castillo, emplatar con precisión y delicadeza cada una de sus cuidadas tapas y platos.
Situado en los bajos de una urbanización rodeada de vegetación y cerca del Boulevard de San Pedro de Alcántara, Savor ofrece distintas posibilidades que te permiten elegir tres Menús degustación distintos, hacer una comida más tradicional con entrantes, platos principales y postre, o si eres algo curioso, puedes ir eligiendo tapas y medias raciones para configurarte tu “ Menú Degustación a medida” con la ayuda del agradable personal de sala, muy dispuesto ante las peticiones y preguntas.
Muy interesante el viaje gastronómico que propone Pablo Castillo. Como hilo conductor el colorido y la influencia de la cocina de Cuba, donde trabajó, y de la cocina asiática. El AOVE también forma parte importante de su cocina, como demuestra la degustación con la que arranca: La Oliva Roja, elaborado con una estupenda hojiblanca de Ronda y Romero Verde, un picual de las Navas de San Juan, cerca de Úbeda, acompañando a los maravillosos panes de Fermento, Casa de Panaderos. Si te encaprichas de ellos, podrás acercarte al local que tienen no muy lejos de allí y llevarte a casa las especialidades que se sirven en Savor.
El desfile de tapas abrió con las Patatas bravas en tempura con ali-oli y espuma de sriracha, extra crujientes en el exterior y muy tiernas por dentro. Seguimos con Pan cristal con sashimi y tomates “aliñaos”, un conjunto agradable pero donde quizá el exceso de ingredientes se come un poco el sabor del elemento principal, en este caso el atún.
Merece la pena probar las fabulosas Croquetas cremosas de paletilla ibérica de bellota con su loncha y mahonesa de tomate y una aún mejor Niguiri-Croqueta de Kimchi con tartar de atún , guacamole de wasabi y espárrago de mar, sin duda una de las estrellas de la carta.
Muy logrado el Massaman de pulpo al ajillo y el Bacalao con emulsión de patatas a lo pobre y los jugos de su asado, otro de los imprescindibles que deja claro como debajo de la creatividad de cada plato se esconde una sólida base de cocina tradicional. Algo menos nos convenció el Lomo bajo de vaca vieja madurada, bearnesa andaluza, patatas y pimientos del padrón fritos. Una de esas ocasiones en las que la guarnición gana de calle. El lomo, en cambio, hubiese agradecido algo más de jugosidad.
Es un espacio al que no hay que quitarle el ojo y que estamos seguros de que irá evolucionando. Con el cambio de estación, hay nueva carta, así que puede ser el momento para acercarse. A nosotros nos dejó con curiosidad y ganas de volver. Tenemos la sensación de que aún hay mucha cocina por salir.
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