La versión más sencilla e informal, sin perder un ápice de calidad, de Iván Cerdeño

Pero, centrándonos en lo que nos interesa, la propuesta gastronómica de Florida Beach y Palmira, su restaurante principal, es ambiciosa . La cocina de Iván Cerdeño –uno de los cocineros más solventes de este país y mecedor, a mi juicio, de mayor reconocimiento– se traslada a la playa en una versión más sencilla e informal pero sin perder un ápice de calidad . Su impronta se deja traslucir en una carta bien estructurada y muy atractiva, más bien dirigida al público nacional, que juega con el recetario local y versiones desenfadadas de algunos de sus recetas emblemáticas. Platos sabrosos y técnicos con la dosis justa de creatividad y presentados de forma desenfadada que, con la presencia del cocinero este verano, se ejecutan con precisión.

Desde los estupendos salazones caseros al ajoblanco de coco con sandía y sésamo negro y desde la ensaladilla rusa con camarones al tartar de atu?n con tomate y crema de huevos fritos o las berenjenas fritas con miel de caña , los entrantes se resuelven con acierto, Y, por supuesto, esas galardonadas y magníficas croquetas de jamón o de chipirones en su tinta que no le van a la zaga. Entrantes que se complementan con la oferta de pescado y marisco del día. En nuestro caso, unos impecables chopitos a la plancha, unas puntillitas fritas de peculiar rebozado y unos soberbios langostinos rellenos con una salsa holandesa de menta . Imprescindibles también los mejillones Jacqueline con una salsa que abarca desde Marruecos a Tailandia pasando por Francia y la India y que invita a comer a cucharadas . Los principales no se quedan atrás y el tiradito de pargo a la madrileña con patatas panadera y picada –gran plato– da paso a un arroz seco de mariscos que es el mejor que este cronista ha probado en la provincia . Impecable de hechuras y sabor. Entre los postres me gustó especialmente la piña asada con espuma de coco y lavanda.

Muy buenos detalles alrededor de la mesa: decoración y vistas espectaculares, aparcacoches y un programa de coctelería muy cuidado . La carta de vinos ha sido un pequeño tira y afloja a lo largo de estos meses aunque parece que finalmente ha cuajado una oferta amplia y suficiente. Y al servicio, esmerado y diligente cuando hay medio aforo y algo apresurado cuando la ocupación es alta, hay que perdonarle los desajustes en este verano tan atípico e irregular.

Y, a pesar de todo lo bueno que pasa en Palmira, el planteamiento nos deja algunas dudas. En este extraño 2020 hay que aplaudir, desde luego, la iniciativa y el valor de traer a la costa una propuesta tan ambiciosa pero, más allá del verano y del turista nacional, no va a ser fácil que el residente local pueda suplir esa demanda para un local tan grande. La oferta probablemente necesitará adaptarse a las circunstancias y al cliente extranjero residente y sus gustos. En cualquier caso esperamos que el proyecto cuaje y salga adelante porque es una excelente adición a la oferta gastronómica local y es un lujo contar con un cocinero como Cerdeño en Mijas .