Blossom se prepara para dar el salto al Museo de Málaga

La adjudicación definitiva parece cuestión de tiempo, dado que la propuesta presentada cumple con todos los requisitos del concurso, lo que marcaría un cambio de escenario clave para el restaurante, que dejaría su actual y reducido espacio en calle Strachan para abrir una nueva etapa con más posibilidades.

La mudanza no es una decisión improvisada. Schobert llevaba meses buscando una ubicación que le permitiera crecer tras la avalancha de reservas y el interés mediático generado por la estrella Michelin. Su local actual apenas cuenta con 40 metros cuadrados y ocho mesas, una limitación que ha condicionado su día a día desde el primer momento.

De hecho, sus planes de traslado ya estaban sobre la mesa el pasado verano antes de la estrella, pero el incendio que afectó al restaurante en enero de este año obligó a posponer cualquier movimiento. Ahora, la posibilidad de instalarse en el Museo de Málaga, un espacio que ha permanecido cerrado desde la pandemia, abre un nuevo horizonte para el restaurante.

«Lo que me enamora es que uno de los edificios más hermosos de Málaga tenga un restaurante como el nuestro, que combina el arte con la cocina. Es una conexión muy especial«, reconocía recientemente Schobert a GURMÉ en una entrevista telefónica. El cocinero argentino afincado en Málaga ve en la Aduana el enclave ideal para desarrollar su propuesta con más amplitud y comodidad.

El nuevo espacio, según recoge el pliego de la licitación, cuenta con 312 metros cuadrados, de los cuales 181 serán de salón y 36 de terraza, con capacidad para 40 comensales. Además, la adjudicación incluye la gestión de la cafetería situada junto a la entrada principal del museo, así como la tienda, y se compromete a prestar servicios de catering para los actos del museo.

La concesión, de cinco años prorrogables, permitiría a Blossom crecer sin perder el alma del proyecto, integrando su propuesta gastronómica con el entorno cultural y patrimonial del museo.

Aunque desde Blossom prefieren mantener la cautela hasta que la adjudicación sea oficial, los planes de traslado podrían hacerse realidad este mismo año, marcando un nuevo capítulo para el restaurante y para la oferta gastronómica del centro histórico de Málaga.