La reforma, liderada por el estudio de arquitectura Archidom, ha renovado por completo los más de 400 metros cuadrados del local. Entre los cambios más destacados, la carpa exterior ha sido sustituida por una pérgola retráctil que amplía las posibilidades del espacio, mientras que su icónica mesa de baile ahora luce una versión en ónix retroiluminado. Materiales como madera noble aportan un aire sofisticado a este proyecto que equilibra funcionalidad y estilo.
En esta nueva etapa, la cocina ocupa un lugar central. Con una carta inspirada en Japón, el chef ejecutivo Franco Franceschini y su equipo han diseñado una propuesta que explora los sabores nipones con platos como solomillo nikkei, salmón al josper con salsa tamarindo o canelón de wagyu tom yum. Sushi, sashimi y nigiris completan una oferta que promete conquistar los sentidos.
Más que un restaurante, Mosh reafirma su posición como un espacio donde la gastronomía y el entretenimiento van de la mano. En palabras de su cofundador, Albert Beniflah, «este nuevo proyecto refuerza nuestro compromiso con la calidad y la diversión, asegurando que Mosh siga siendo un referente».
Con su reapertura, Mosh vuelve a ser el punto de encuentro donde Marbella disfruta del espectáculo, el sabor y la diversión en su máxima expresión.
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