Heladería Los Italianos, lealtad a la tradición
Solo abre de marzo a octubre y su apertura marca el inicio de la primavera en Granada desde hace 86 años
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Iniciar sesiónEn Los Italianos todo gira en torno a la tradición. La atmósfera de elegancia, pureza y clasicismo que se respira en el emblemático establecimiento de la calle Gran Vía de Colón permite entender que uno se encuentra ante una máquina tan engrasada como querida. ... El flujo de clientes es constante, mientras que los perfiles abarcan desde personas que acuden con bastante asiduidad, por la confianza con el personal de la casa, a turistas sofocados que buscan algo dulce y refrescante.
Nunca han necesitado cambiar, porque ellos mismos son necesarios, o al menos imprescindibles para muchos granadinos, que esperan cada año el 19 de marzo. El Día del Padre esta heladería da la bienvenida al inminente inicio de la primavera y de la temporada heladera en la ciudad, y permanece abierta hasta el 12 de octubre, Día del Pilar.
Así llevan haciéndolo desde 1936 cuando Paolo di Rocco abre, bajo el nombre de ‘La Veneciana’ , una heladería con las recetas que trae de su país. Como ya saben, en España, por mucho que un italiano abra una heladería y la llame ‘La Veneciana’, acabará llamándose “la de los italianos”. Y así resultó. Pero la historia por la que Di Rocco recaló en Granada, tras intentarlo en otras ciudades de España, no fue tan orgánica. Según cuentan la tercera y cuarta generación, los Anel de Rocco, actualmente al frente del negocio, el fundador, estando en Málaga, pensó en Granada después de llevar un tiempo con la mosca detrás de la oreja. Decidido, emprendió el viaje en autobús y cuando vio la ciudad con los montes nevados al fondo, quedó prendado al recordarle a su región natal del Véneto. Sería la señal que necesitaba para asentarse por fin.
Desde entonces todo ha quedado en familia o, mejor dicho, familias. Tres, incluso cuatro generaciones de clientes, empleados y propietarios llevan coincidiendo año tras año en el angosto establecimiento, que mantiene el encanto por el mobiliario del pasado siglo. Se conocen gracias a la fiabilidad y la garantía de calidad que llevan demostrando en Los Italianos y que hace que el público sepa que va a saborear “exactamente lo mismo que cuando venía con mi madre de niño”, comenta un cliente habitual, mientras pide su favorito: El Especialísimo, helado de chocolate y vainilla, recubierto de cacao en polvo con un fondo de nata montada y un toque de licor.
Ofrecen más de 20 especialidades de helado presentados en copas, tartas y granizados, que son elaboradas a diario en el obrador, situado en la calle trasera. Como curiosidad, muestran en el escaparate las diferentes máquinas y utensilios que han utilizado a lo largo de su historia. Los helados son preparados “con productos totalmente naturales: leche, huevos, azúcar y la materia prima que proceda según el sabor. Se pasteuriza y se cuaja todo con la temperatura adecuada para cada variedad”, detalla Pablo, maestro heladero de la cuarta generación. En cuanto a los productos más demandados, La Cassata es uno de los iconos originales de la heladería. Se compone de una porción de tarta helada compuesta de helado de vainilla, chocolate, fresa y nata, con fruta escarchada y almendra.
Revelan que han recibido ofertas para abrir más tiendas y franquiciar, pero, en consonancia con la filosofía de la famiglia , “queremos una sola tienda y bien llevada” . Quizás este carácter sea la clave para llevar abiertos más de tres cuartos de siglo. Si algo funciona, por qué cambiarlo.
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