Empezó en 1980 pero ya antes era confitería
Nuestros bares de barrio: San Andrés, la tercera generación de «vicentes» en la Fuensanta
Un clásico de la Fuensanta conocido por sus jeringos y excelentes precios
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Iniciar sesiónEl bar-cafetería San Andrés es uno de los más populares de la Fuensanta y un atractivo para muchos cordobeses de otros barrios por su relación-calidad precio, y por contar con terraza en una zona peatonal, lo que lo hace idóneo para las familias ... con niños. Pero este bar no siempre lo fue. Su historia se remonta a más de 4 décadas atrás, en concreto a 1976.
Como decimos no siempre fue bar. Al principio, con el local mucho más pequeño, era una confitería y heladería. La pusieron en marcha Vicente Casado e Isabel Ortiz . En 1980 se lo queda su hijo Vicente, que junto a su esposa Conchi Romero lo transforman en cafetería. Se van añadiendo productos, como hamburguesas, y para 1985 introducen la cocina casera por la que se caracteriza, y dentro de esa cocina brilló una tapa que pronto se convirtió en referencia: la patata rellena de carne picada de cerdo aliñada. De la misma forma que añadieron productos, también se añadió espacio con tres ampliaciones, que han ido contando con nuevas mejoras.
San Andrés es además un lugar indispensable para los amantes de los churros, en este caso jeringos, de hecho el desayuno es uno de sus puntos fuertes, hasta el punto de que son los fines de semana cuando se ponen las comidas. Entre semana es fundamentalmente un bar mañanero que llega hasta el mediodía.
En la carta tienen cinco tipos de flamenquines, cinco tipos de croquetas, y también tienen guisos como carrillada, rabo de toro, callos, manitas de cerdo, carne de venado en salsa o codillo asado. También por supuesto tapas de toda la vida, como boquerones en vinagre, cogollos al ajillo, salmorejo, berenjenas o el llamado volcán cordobés, que son patatas de la casa con salmorejo. Junto a ellos pescaíto frito de diverso tipo o tortillitas de camarón.
Ya se ha incorporado la tercera generación, que lo es además de vicentes , pues se ocupa del establecimiento el nieto de Vicente e Isabel, hijo de Vicente y Conchi y también, evidentemente, Vicente Casado. En el bar permanece el recuerdo de su tío Andrés, al que se homenajea en el nombre, y que desgraciadamente murió en un accidente de tráfico en el Puente de San Rafael.
Y con esa nueva generación ya incorporada, San Andrés va en camino de convertirse en uno de los grandes veteranos de la hostelería de Córdoba, en el sentido no solamente de permanecer, sino de hacerlo dentro de la misma familia, algo que sumando tantas décadas se limita ahora mismo a solamente un puñado de establecimientos en la ciudad. Que sigan por tanto cumpliendo años con el mismo éxito cosechado hasta ahora.
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