Entrevista
«Los helados son ese momento de felicidad, de pasar un buen ratito con algo bueno»
Daniele Scolari de Buonisssimo: «Los cordobeses son muy fan del chocolate, por eso siempre tengo en la vitrina varios sabores»
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Iniciar sesiónEl helado artesanal italiano lleva en Córdoba el sello de Daniele Scolari . Su heladería Buonisssimo, escrito con tres eses en vez de dos (para recalcar que es sano, sabroso y sonriente), se abre a las propuestas más refrescantes, y acaba de ... ganar el Solete de la Guía Repsol . Su propietario procede de Italia, nació en Brescia en 1972 y abrió el local hace once veranos en la Ronda de Isasa. Ahí tiene el despacho de venta y el obrador donde los fabrica, a la vista del público cada temporada, entre los meses de febrero y noviembre.
—¿Hacer disfrutar mientras se saborean sus helados es su filosofía al elaborarlos?
—Sí, sí, fundamentalmente. Los helados son ese momento de felicidad, de pasar un buen ratito con algo bueno y placentero, sobre todo, cuando hace mucho calor.
—Ahora que está en temporada alta, ¿qué le supone tener también su flamante Solete de Repsol?
—Nos da mucha alegría primero este reconocimiento también porque ha sido por sugerencia del chef Paco Morales , que es muy conocido por sus capacidades y ver reconocido nuestro trabajo por un referente como él es muy halagador. Este fin de semana hemos notado que se ha acercado más gente que no nos conocía para probar nuestros helados. Realmente tiene su efecto llamada.
—¿Cómo es el ‘gelato’ perfecto? Debe ser cremoso y ¿qué más?
—Es una combinación de muchos factores que empiezan por buscar materia prima de calidad , equilibrar la receta desde el punto de vista de los diferentes componentes no solamente para obtener que sea agradable desde el punto de vista del sabor. También que tenga esa cremosidad y que todos los factores tengan su equilibrio. Hay bastante trabajo en estudiar una receta que sea buena, que mantenga su buen aspecto porque el helado, de por sí, es un producto efímero. En ese sentido, hay que trabajar mucho para hacer que mantenga tanto su sabor como su estructura y su textura durante el tiempo necesario de su consumo y de su servicio.
—Para los de sabor a frutas utiliza ingredientes naturales, como fresones, naranjas, melón. ¿Por cuáles opta en este momento?
—Sí, en lo que se refiere a la fruta vamos siguiendo el ritmo de la temporada y eso te permite aprovechar los productos cuando están en su época mejor. Eso se refleja en el sabor y en la calidad del producto final . No es lo mismo hacer un helado de melón con un melón de invernadero en pleno enero que hacerlo con los melones que vienen ahora del campo.
—¿Qué apuestas hace este verano?
—Ahora está acabando la temporada de la fresa y de la naranja, y estamos empezando con el melón y la ciruela. Utilizo la ciruela morada y resulta un helado muy llamativo para mucha gente que se anima a probarlo porque el color es muy intenso y luego acaban comiéndose la tarrina entera porque el sabor acompaña el aspecto exterior.
—¿Y los sorbetes sin lactosa y para veganos?
—Siempre tenemos una oferta de, mínimo, cuatro o cinco sabores sin lácteos, que por lo tanto, son aptos para veganos porque no contiene ningún ingrediente de origen animal: desde el clásico limón hasta los sabores de productos de temporada. Y también tenemos de chocolate o de frutos secos, como el sorbete de avellana de Piamonte o sorbete de pistacho.
—¿Y también ofrece granizados?
—Sí, con el limón como punto fijo, y otro sabor que varía a lo largo de la temporada. Hacemos el de rebujito en Feria, y ahora el de piña.
—Le gusta innovar: también los hace de tinto de verano, ¿no?
—Sí, en pleno verano cuando viene la ola de calor en pleno julio o pleno agosto porque es un producto agradable para darse un paseo a lo largo del río, y es algo que le llama mucho la atención a los turistas. Les gusta probar cosas que a lo mejor en su tierra no encuentran.
—¿Qué gustos tienen sus clientes: son chocolateros, prefieren los barquillos, las tarrinas?
—La clientela nuestra está compuesta por una cuota variable de clientes locales y turistas. Los cordobeses son muy fan del chocolate , de cualquier forma, y por eso siempre tenemos en vitrina varios sabores de chocolate: chocolate negro, chocolate con leche, chocolate avellanado, tres chocolates. Siempre tenemos varias opciones para los chocolateros. Y hay muchos turistas que van por los clásicos de turrón y leche merengada, y muchos a los que les gusta probar sabores diferentes.
—¿Cómo llegó a Córdoba y por qué decidió abrir la heladería aquí?
—Llegué a Córdoba por cuestiones familiares. Mi mujer es cordobesa y cuando decidimos mudarnos aquí surgió la idea de ponerse en marcha con un proyecto heladero. En aquella época la Ribera era una zona un poquito olvidada y, afortunadamente, a lo largo de los años se ha desarrollado y ha crecido mucho. Se ha vuelto una zona de paseo donde la gente sale tanto a tomarse una copa como un helado, o a dar una vuelta por el Casco antiguo.
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