En pocas palabras
Antonio Jiménez: El guardián de la tradición en Taberna La Montillana
Con 16 años como jefe de cocina y 5 al frente del negocio, Antonio sigue sorprendiendo a los comensales con la autenticidad de los sabores cordobeses, siempre fiel a la calidad y cercanía de los productos
R. Afán
Es fácil reconocer un sitio con solera donde tomar unos vinos de la tierra y acompañarlos con la mejor gastronomía tradicional como es Taberna La Montillana. Con casi dos décadas al mando de los fogones y cinco años de encargado del negocio sigue enfrascado en ... sorprender al comensal con sabores auténticos y mimando a su equipo con proyectos futuros, siempre de la mano de la que considera su casa, La Montillana, dando a conocer recetas de siempre y de toda la provincia de Córdoba en un compromiso constante con la autenticidad culinaria y la preservación de las tradiciones gastronómicas, acercando ese sabor a la capital.
Hoy se desnuda ante nuestras preguntas para mostrarse con la misma sinceridad que su cocina, repasando los momentos que le han traído hasta aquí y revelando pequeños detalles de su trayectoria.
Al hacer la compra siempre olvida…
Siempre suelo olvidar alguna especia o la sal.
En su mesa nunca falta…
Aceite de oliva virgen extra y buen pan.
¿Asar, freír o cocer?
Siempre asar.
De todas las especias de la cocina, ¿cuál se llevaría a una isla desierta?
Me llevaría todas las que pudiera. Si tengo que elegir una elegiría la pimienta negra.
Su bocadillo favorito es de…
Todo un clásico, el de tortilla de patatas.
Y a usted, ¿de qué le dan la lata?
No suelen darme mucho la lata. Quizás que siempre me están preguntando qué cocinar para determinados momentos.
Puestos a maridar, ¿con qué no se casa usted?
Con ningún producto de comida rápida de baja calidad. Tenemos acceso a los mejores productos de cercanía y de primera calidad.
Si se derrama vino en la mesa, ¿qué hace?
Limpiarlo y casi llorar. Jaja.
Improvise una cena en un periquete…
Rallamos un tomate de calidad y lo extendemos en el plato, le añadimos medio ajo rallado, sal, pimienta negra recién molida, unas lochas de bacalao ahumado, unas aceitunas negras bien picadas y un buen aceite de oliva virgen extra por encima. Lo acompañamos con pan de calidad, y, como no, un buen vino de la tierra.
Su bar de siempre, al que siempre vuelve…
Tengo mucha afinidad por el Bar Séneca.
Un amigo en esta profesión…
¡Muchísimos! Si os digo uno se me enfada el resto.
Una tapa clásica que le da pena que esté desapareciendo
Cualquier tipo de casquería, cada vez hay menos y es una pena que desaparezcan.
Una tapa moderna que no debería existir
Algún que otro brioche que veo por ahí en algún lugar cuyo nombre no quiero recordar…
El final más dulce que recuerda…
Los roscos que hace mi madre. No hay quien pueda superarlos.
Quién es
Después de estudiar Comercio y Marketing sus inquietudes gastronómicas le llevan a formarse en la Escuela de Hostelería de Córdoba como cocinero y jefe de cocina que completa con un Master de Gestión en restauración en la UCO. Su afán por adquirir conocimientos le lleva a realizar cursos monográficos y a formarse en prácticas con el chef Rodrigo de la Calle, del que adquiere los conocimientos que le han hecho ser un exigente, alegre y puntual trabajador que mima y cuida mucho el producto y a su equipo. Una trayectoria de 21 años como chef profesional, comienza en la marisquería freiduría El Navío, pasando por el restaurante La Perla de Occidente… y desembarca en La Montillana, o como él dice, su casa. Son ya 16 años de jefe de cocina y 5 de gerencia dando la importancia que merecen a las materias primas de calidad y de cercanía, con presencia de las Denominaciones de Origen cordobesas en las elaboraciones y con mucha ilusión por seguir conociendo el alma gastronómica de nuestra querida tierra.
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