Crítica
Cocina 33: Fusión cordobesa a orillas del Guadalquivir
Una propuesta desenfada y con alma viajera que se nutre en gran medida de la cocina de base cordobesa
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Actualmente, el concepto de gastrobar puede estar muy desgastado y, en cierto modo, causar cierta apatía. En pocas ciudades se ha escapado de esas decoraciones repetitivas, donde predominan las sillas de terciopelo y los ambientes naturistas que parecen sacados de cualquier catálogo de las principales revistas de decoración del país. Además, abundan los intentos de crear cocina fusión con platos sin alma y que terminan quedándose en un quiero y no puedo.
Por suerte, aún quedan lugares en Córdoba que rebosan personalidad , con una cocina interesante y una fusión bien entendida. Uno de estos rincones, ideal para quienes buscan disfrutar y pasar un buen rato, es Cocina 33 . Este pequeño restaurante gastronómico, ubicado al final del Paseo de la Ribera y alejado de la zona más congestionada cerca del puente de Miraflores, nos ofrece una propuesta muy atractiva con una cocina de base cordobesa y alma viajera.
Nada más entrar por la puerta de este irreverente establecimiento, es imposible no dejarse contagiar por el ambiente callejero y urbano que impregna la decoración del restaurante. Numerosos grafitis adornan sus paredes, entrelazándose con un carácter industrial acentuado que contrasta con los tonos de madera.
Al frente de los fogones encontramos a David Carrillo , un consolidado cocinero cordobés con ideas claras sobre lo que quiere ofrecer al cliente : producto fresco y de calidad, con elaboraciones diarias y una carta que varía de manera estacional, adaptándose al ritmo de los productos de temporada. Si bien es cierto, que, aunque su carta es cambiante, hay algunos platos clásicos que son inamovibles, como son su mazamorra caramelizada de camembert y almendra, su crepe de mogote ibérico con salsa de foie y Lotus, o sus estupendos udon Bangkok.
Comenzamos con uno de sus clásicos: las gyozas , en este caso rellenas de langostinos de Sanlúcar, acompañadas de una salsa emblemática de la casa, con coco, curry y cacahuete. Este plato te transporta directamente a Tailandia en un solo bocado, donde la salsa se convierte en la clara protagonista, elevando la gyoza. Sin la salsa, el plato resultaría menos destacable.
Con el calor veraniego de nuestra ciudad, nos apetecía algo fresco, así que optamos por una corvina 'acevichada' con helado de mango. Un plato de clara inspiración peruana que David adapta para el disfrute de paladares menos experimentados en ceviche. De ahí que no tuviera ese “punch” característico de este plato tan distintivo de la gastronomía peruana.
Seguimos con otro plato muy representativo de Cocina 33 que nos transporta de nuevo al lejano oriente, los noodles hot chicken . Suele ser habitual en nuestras visitas, pues es puro rock and roll. Notas picantes, untuosas y cítricas acompañan de principio a fin.
Otro plato fuera de carta que probamos y que nos sorprendió gratamente fue su pani puri de crema de parmesano , sobre mayonesa de anguila, coronado con una vieira ligeramente ahumada y rematado con aceite de albahaca. Sin duda, un bocado muy fresco, divertido y lleno de contrastes, que culmina con un toque aromático y vibrante, aportado por la albahaca.
Como siempre hay hueco para el dulce, no pudimos resistirnos a probar una de las tartas de queso que más pasiones levanta en Córdoba . En este caso, está elaborada con queso camembert y tiene un interior muy cremoso. La encontramos fuera de carta, ya que solo la preparan los fines de semana, y tuvimos suerte de poder probarla, pues suele agotarse rápidamente, ya que muchos clientes la encargan al hacer su reserva. Estupenda.
Cocina 33, con su propuesta consolidada en la Ribera, sigue deleitando a cordobeses y visitantes por igual con una cocina callejera, divertida y sin ataduras. En mi opinión, es un sitio donde se disfruta mucho y donde tienes opción de probar distintos platillos viajeros a precios muy amables. Aunque su bodega es actualmente modesta, se está preparando para una expansión que enriquecerá aún más la experiencia gastronómica, convirtiendo la oferta líquida en un elemento igualmente destacado del restaurante. Estaremos atentos para ver con qué nos sorprenden.
Valoración (5/5)
• Comida 3/5
• Servicio 3/5
• Ambiente 3/5
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