Un paseo para degustar en Córdoba vinos olorosos y amontillados de la tierra (II)

Alfredo Martín-Gorriz

Si en el primer paseo sobre esta temática hablábamos sobre la dificultad hasta hace nada de encontrar vinos olorosos y amontillados de la tierra, y acerca de cómo esa oferta afortunadamente iba cambiando, en este segundo insistimos en la materia. En numerosos cursos de cata, ... al menos en niveles principiantes, se hace la prueba de diferenciar a ciegas entre olorosos y amontillados. Ambos tienen semejanzas, pero los diferencia la crianza con velo de flor del amontillado, que es fino antes amontillado. Uno con más cuerpo y alcohol, el otro más elegante, son vinos ideales para el aperitivo y mucho menos extendidos que el fino o el PX. Poco a poco esto se va solventando.

Si el primer paseo empezaba en la calle María Auxiliadora, pasaba cerca de la Corredera, luego al lado de las Tendillas y se dirigía ya hacia la Judería y la Ribera, este segundo opta por empezar en Arroyo del Moro para ir hacia el centro. Esta vez es algo más largo, pero como dijimos en el primero, realmente resultaría imposible tomar tantos olorosos o amontillados sencillamente con que fuese una copa por lugar. A lo mejor lo soporta alguien con el hígado de Ernest Hemignway, no el común de los mortales y menos dada la graduación de tales generosos.

Y así, uno de los locales que más atención le presta al vino por compas es Matraca (Isla Alegranza, 11), el segundo establecimiento en la ciudad de Periko Ortega. El amontillado Lagar Blanco y el oloroso Asunción son las opciones elegidas dentro de una amplia carta que se cambia con frecuencia y que toca multitud de denominaciones de origen y estilos, intentando crear la imagen desenfadada acorde al imaginativo responsable de estos locales.

De Arroyo del Moro vamos a la cercana calle María la Judía, lugar de concentración de numerosos restaurantes de todos los estilos imaginables. En la bocacalle Rigoberta Menchú esta Terra Olea . Y allí la posibilidad de degustar junto a la recién renovada carta de un oloroso Tauromaquia, o de los amontillados Lagar de los Frailes y Pérez Barquero. Y en un santiamén nos plantamos en el cercano restaurante El Envero (Teruel 21), que cuenta con el oloroso Asunción, de Bodegas Alvear.

Tomando el camino por el Brillante nos desplazamos a la zona del hotel Center, donde se encuentra un lugar dedicado a la cocina fusión, Arhua Gastrotaberna (Manuel Cuéllar Ramos s/n). En este moderno restaurante que aún no ha cumplido el año de vida se puede degustar el amontillado G.B. También muy joven es Amazónica , en la antigua estación de tren. En el apartado de vinos generosos de la tierra ofrecen tanto el oloroso como el amontillado Lagar Blanco.

De taberna moderna y restaurante igualmente moderno vamos a una taberna tradicional y con gran historia familiar que parte de la provincia de Córdoba, y en concreto de Almodóvar del Río. La Taberna de Almodóvar (Benito Pérez Galdós, 1) cuenta con una apartado en su carta de vinos denominado «solera» y dedicado a los vinos generosos. Entre ellos hay muchos de la tierra, y por supuesto hay sitios para el oloroso Gran Barquero o los amontillados La Inglesa y Gran Barquero. Muy cerquita, en d’merKdo Casa Salvador (Gran Capitán, 2) se puede catar el amontillado Alvear.

La taberna El Poema (Alonoso de Burgos, 2) siempre apostó por los olorosos y amontillados de la tierra. Cuenta con el oloroso de Bodegas Navarro y con el amontillado de Pérez Barquero.

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