Restaurante Macami: En el nombre de la madre

Aunque de aspecto lujoso y con tintes modernos, este establecimiento de El Carpio respira, sin embargo, tradición por los cuatro costados. Los hermanos Manuel Jesús, Dolores y Rafael de Castro han hecho del Restaurante Macami un suculento homenaje a su madre, Hermenegilda Muñoz , natural de la localidad. No en vano, en su cocina se sigue respirando los aromas de las recetas que ella popularizó en la mítica Cafetería Macami, situada en el centro de Pedro Abad.
Allí comenzó todo en 1979, cuando la familia De Castro Muñoz decidió probar suerte con este local, que aún hoy sigue funcionando regentado por los hermanos Ana María y Juan Manuel de Castro. Pronto se popularizaron sus bocadillos, ensaladilla, patatas ali-oli, boquerones en vinagre y flamenquines. «Durante muchos años mi madre ejerció de jefa de cocina. Se le daba muy bien cocinar guisos caseros, y carnes en salsa, combinándolo siempre con la comida de cafetería, tapas y raciones», recuerda Rafael.
Más adelante se acometió una importante reforma y se sumó a la cafetería un hostal. «Pero fue en 2008 cuando la empresa decide instalarse también en el que fue el pueblo que vio nacer a mi madre, El Carpio, donde decidimos poner todos nuestros conocimientos al servicio de este hotel-restaurante, que a día de hoy es nuestro buque insignia», afirma su gerente.
En su cocina, Dolores de Castro combina innovación y tradición a partes iguales. A diario disponen de menú. Igualmente, cuentan con un menú especial de fin de semana que «es todo un éxito entre los más asiduos». Las croquetas de rabo de toro, las carnes argentinas y los revueltos son los reyes de la casa. Otros de sus puntos fuertes son los platos de cuchara, así como emblemas de la cocina de la tierra: gazpacho, salmorejo, flamenquín , etc. Sin dejar atrás elaboraciones a base de bacalao, lubina, salmón, mero o dorada. «Próximamente queremos trabajar también con materias primas tan demandadas por el público como el atún. Somos conscientes de que está muy de moda ya sea en forma de tataki o steak tartar», afirma Rafael. Siempre dispuesto a adaptarse a los nuevos tiempos reconoce que «lo que más ha influido en nuestro negocio han sido las redes sociales, gracias a ellas trasladamos muy rápido nuestras novedades a nuestros clientes».
Y es que el Restaurante Macami tiene un público de lo más variado, desde los comensales locales hasta turistas procedentes de lugares tan dispares como Corea o Alemania. «Aunque, en mi opinión, los clientes franceses son los clientes extranjeros más agradecidos y que tienen más cultura gastronómica. Además, siempre gustan de acompañar una buena comida con un buen vino», asegura.
A su fantástica oferta gastronómica se unen los dos espaciosos salones y terraza con los que cuenta y que han convertido al restaurante en un referente para coquetas celebraciones familiares como bautizos, comuniones o cumpleaños.
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