Dónde comer bien cerca de Cabalcor, la Feria del Caballo de Córdoba

La XIX Feria del Caballo de Córdoba, Cabalcor, empieza este 2 de septiembre en las Caballerizas Reales . Como en años anteriores, a los largo de varias semanas, se van desarrollando distintos eventos, funciones, concursos, y espectáculos. Lo primero: la doma vaquera. A pesar ... de que la crisis sanitaria colea, los caballos vuelven a la ciudad, y con ellos el trasiego por el casco histórico, una oportunidad añadida para comer bien por lugares cercanos a ese monumento anexo al Alcázar de los Reyes Cristianos.

Uno de los lugares clásicos para almorzar o cenar de maravilla en estas fechas es Puerta Sevilla (C/Postrera 51). Su jefa de sala, Marta García Morales, ha recordado a Gurmé que prácticamente coincide el comienzo de la feria con la última oportunidad de degustar los platos de la VI edición de las Jornadas del Tartar que se hacen cada verano. En esta ocasión hay cinco tartares: tartar de la huerta con espuma de albahaca fresca, tartar de mero con toque picante y leche de coco, steak tartar con yema de huevo, gel de lima, ali oli de ajo negro y de piquillos, tartar de presa del Valle de los Pedroches con soja, lima, naranja y limón, miel de abeja, mostaza cebolla morada y toques de geles citricos; y por último tartar de salmón aderezado con encurtidos y especies. Y la posibilidad de que el comensal gane algún premio en forma de vino. Estas jornadas le «saltan» al cliente gracias al código QR de la carta de la casa. Como decimos son los últimos días, en las siguiente semanas de Cabalcor, Puerta Sevilla cuenta con su oferta habitual, la que le ha convertido en uno de los restaurantes señeros de Córdoba.

Y por supuesto hay que hablar del resto de los cercanos «hermanos» del grupo Puerta Sevilla. Justo al lado está la Taberna La Viuda (C/San Basilio 52), con su carta elaborada tradicional pero con ciertos toques innovadores, regentada por Paco Rosales. Por su parte La Posada del Caballo Andaluz (C/San Basilio 16) ofrece una carta peculiar, en la medida en que muchas recetas tradicionales son ya poco comunes en negocios de hostelería. Se siguen haciendo en hogares pero poco en bares, tabernas o restaurantes. Algunos ejemplos son el menudo gitano, las patatas rellenas de Bujalance, los cardos a la cordobesa o el revoltillo de Baena.

El Mesón San Basilio (C/San Basilio, 19), conocido por su magnífico rabo de toro y su patio, hay una carta igualmente tradicional, sugerencias fuera de carta, guisos y todo lo fundamental del tapeo. Desde el año 1982, este mesón es un clásico de la zona.

Casi, casi en frente de las Caballeriza Reales encontramos al Novillo Precoz (C/Caballeriza Reales, 10), restaurante de carnes uruguayas y argentinas, quizá el restaurante de este tipo más antiguo que quede en Córdoba, pues se inauguró en 1995. Lomo, lomo alto, vacío, entraña…y todo hecho al horno de leña. Un clásico entre los clásicos de la buena carne en la ciudad de Córdoba.

A un paseo de nada desde las propias Caballerizas reales y en dirección a la Judería, encontramos a uno de los mejores restaurantes de comida tradicional de Córdoba, La Almudaina (Campo Santo de los Mártires, 1) , ahora con una pequeña terraza también justo en la puerta y fruto de la adaptación a la crisis sanitaria. Palacete del siglo XVI construido por Leopoldo de Austria, obispo de Córdoba y tío del Emperador Carlos V, cuenta con un precioso patio. Su carta para el restaurante es puramente tradicional y le presta especial atención al pescado y aún más a las carnes. La comentada terraza tiene una carta aparte y puramente de tapeo, con unos entrentes ibéricos, los grandes clásicos cordobeses y algo de pescaíto frito.

También cerquísima, pero en dirección a Fleming, se encuentra precisamente un clásico del tapeo cordobés, el Bar Natali (C/Dr. Barraquer, 2), muy cerca del hospital de la Cruz Roja, y donde la ensaladilla, el pescaíto, las puntas de solomillo, patatas al pelotón o alcachofas a la montillana cuentan con el sello de calidad de la casa, lo que le ha valido la respuesta de los cordobeses durante muchos años.

Y ni para Fleming ni para la zona de la Mezquita, por decirlo así «remontando» la calle Cairuán, ya andando un poco más, se accede ya a la zona de la Puerta de Almodóvar con sus posibilidades de taberneo, por un lado por ejemplo Casa Rubio , con la posibilidad de tomar un pescaíto frito, y por otro Casa Bravo , si uno se atreve por una gran oferta de casquería, entre otras muchas más posibilidades en ambos casos y un buen surtido de vinos de la tierra, que nunca pueden ni deben faltar.

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