De Montalbán al mundo: la gloria del ajo y la cebolla de La Abuela Carmen
Rocío Linares
“Renovarse o morir” , una máxima que oímos con frecuencia, en los negocios y en la vida cotidiana, está grabada en el ADN de La Abuela Carmen . Una empresa Montalbeña que de verse amenazada por la entrada de ajo chino en Europa ... ha dado la vuelta a la situación, llegando incluso a conquistar el mercado asiático con su particular ajo negro. Y su estrategia no ha sido otra que aplicar creatividad y tecnología a su actividad de siempre para transformar su producto en algo diferente y además deseado por los grandes profesionales de la gastronomía.
La innovación ha marcado la trayectoria de La Abuela Carmen, una empresa familiar encabezada por Manuel Vaquero que desde siempre se ha dedicado al cultivo del ajo. Este riesgo y valentía ha sido parte fundamental de su éxito, junto con la unidad y fuerza de un núcleo familiar al frente de la empresa. El Director Ejecutivo, la Jefa de Desarrollo de Negocio, la Jefa de Departamento de Ventas y el Jefe de Organización Interna e Infraestructuras están unidos por sus apellidos y por el afán de emprender, crecer y triunfar.
Desde hace varios años La Abuela Carmen ha logrado posicionarse como una de las referencias europeas de comercialización del ajo y del ajo negro y los reconocimientos han marcado su devenir: desde que el Comité Andaluz de Agricultura Ecológica (CAAE) le otorgó la certificación de productor ecológico en 1999, un punto de inflexión para la empresa, pasando por el premio a la innovación que le concedió la Consejería de Agricultura en 2014, hasta la distinción como una de las mejores empresas agroalimentarias del planeta por el Instituto Internacional de Calidad y Sabor de Bruselas (iTQi).
Entre sus hitos además está el haberse convertido en proveedor de Mercadona , un acuerdo que le hizo experimentar un crecimiento exponencial en el mercado nacional sin parangón. Para entonces La Abuela Carmen ya llevaba su ajo negro a países como Reino Unido, Francia o Alemania y Estados Unidos, donde en Nuevo México implantó su tecnología para fabricar ajo y otros productos en colaboración con la empresa americana Navajo Pride. De este acuerdo con los indios navajos se ha podido recoger la primera cosecha de ajos en territorio estadounidense el pasado mes de junio. La última conquista de los montalbeños ha sido el mercado nipón de la mano de la distribuidora de productos ecológicos Sooki.
La apuesta por la innovación de La Abuela Carmen le abrió las puertas al mercado exterior y con un gran equipo de planificación de estrategia, los riesgos se vieron convertidos en oportunidades. Tanto fue así que de una producción totalmente artesanal, tuvieron que invertir grandes sumas para industrializar el proceso , ampliar la producción y mantener la calidad. Al año pueden preparar unos 200.000 kilos de ajo en sus diferentes modalidades , trabajados por las casi 200 personas que tienen puesto fijo en sus instalaciones de Montalbán y Santaella, llegando a multiplicar por diez esta plantilla en época de recolección.
Cuentan orgullosos que su producto va del campo a la fábrica , y que ahí “la dedicación de manos expertas” lo transforman en su preciado tesoro. Además de presentar su trabajo, en parte artesanal, como valor añadido, La Abuela Carmen se esfuerza por difundir los beneficios del ajo y sus propiedades saludables y alimentarias. Después de su producto estrella vendría la cebolla negra -ya reconocida por el iTQi con el premio al Sabor Superior -, el ajo frito en aceite de oliva y el ajo picado, la pasta de ajo, el ajo en salmuera y otras fórmulas que están en desarrollo para no dejar de diferenciarse. “La Abuela Carmen es tradición, pero también modernidad” , dicen.
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