En la calle Fuente Álamo subsiste la que quizás sea la taberna más antigua de Montilla , que en 1929 abrió la familia conocida como Los Boleros y, pese a su provecta edad, goza de excelente salud.
Además de taberna, el establecimiento dispone de un comedor-restaurante, una sala privada de regusto vinatero, perfecta para reuniones en un ambiente privado, y una sacristía en la que se custodia el Montilla-Moriles.
El Bolero continúa fiel a su espíritu tabernario y sigue siendo un lugar ideal para degustar unas tapas regadas con los vinos de la tierra, como bien saben los parroquianos habituales a la hora de la copita y del aperitivo.
No obstante, su carta ha evolucionado y ofrece en restaurante una cocina creativa basada en el recetario tradicional , apoyada en las excelentes materias primas que da la Campiña.
En su oferta gastronómica sobresalen los pescados y demás frutos del mar ; en especial, las cotizadas ortiguillas, la araña, el pescaíto frito y los mariscos frescos del día.
Junto a platos tradicionales como los soldaditos de Pavía, el rabo de toro o las alcachofas al montilla, su cocina da una vuelta de tuerca a ciertas elaboraciones a través del salmorejo con gelatina de oloroso, el ajoblanco con melón macerado en sangría de amontillado o la alcachofa rellena de rabo de toro.
La taberna ha recibido el reconocimiento por parte del Consejo Regulador de la DO Montilla-Moriles a su trayectoria en 2010, 2013 y 2014, además del primer premio en el Concurso de Mejor Vino en la Fiesta del Vino y la Tapa de 2010.
El Bolero también es un lugar con una amplia oferta cultural donde es posible vivir el flamenco en directo, aprender con las catas dirigidas de vinos de Montilla-Moriles e incluso contemplar sus exposiciones de arte en la zona destinada a restaurante.
El Real Círculo de la Amistad en Córdoba ha sido el escenario de la novena edición de estos galardones que ponen en valor la gastronomía de Córdoba capital y su provincia
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