Muchos habitantes de Palma del Río recordarán grandes jornadas de diversión en Piccolo, uno de los primeros bares de copas o pubs del lugar, inaugurado en 1981. Su responsable Miguel Cabello, estuvo al frente, pero tanto trabajo de noche llegó a cansarle. «Él decía que ... se sentía mayor para seguir en el bar de copas y que le dolía mucho la cabeza de la música», rememora con humor su hija Beatriz. Así que Miguel, junto a su esposa Toñi Bueno, se propusieron poner en marcha un mesoncito de tapas frías y embutidos tras hacerse con un solar con vivienda arriba. Allí se mudaron. En 1988 nacía La Bodeguita, que recientemente ha sido reconocida por la Guía Repsol con un ‘Solete’ , clasifación que empezó a darse el pasado verano y que incluye a chiringuitos, terrazas, cafeterías, heladerías, pastelerías, bares, tascas, barras, vinotecas, bodegas, sidrerías, hamburgueserías, bocaterías, pizzerías ‘good’, restaurantes de carta informal o de menú del día.
Miguel Cabello, Toñi Bueno y sus hijos Miguel Ángel y Beatriz en la Bodeguita de Palma del Río
Y puede que a Miguel le doliese la cabeza de la música en el pub, pero fue llegar al mesón junto a su mujer «y se vinieron arriba con los años en vez de venirse abajo», indica entre risas la hija de la pareja, que junto a su hermano Miguel Ángel se encargan hoy día de La Bodeguita. «Compraron una parte, luego otra, y siguieron ampliando, ampliando y ampliando».
El proyecto fue cambiando conforme crecía, y del mesoncito se pasó a un mesonazo o mejor dicho un restaurante de carta amplísima con opciones para todo tipo de comensales. Como explica Miguel Ángel, han mantenido por una parte la línea de comida casera de sus padres, desde la carne venao a las espinacas con garbanzos, «de hecho mi madre todavía hace algunas croquetas». Pero ahora el buque insignia son las carnes a la brasa.
Pero además también elaboran cocina más moderna e imaginativa. Beatriz llama con sorna a esta línea de la carta «I+D casero, muy casero». Su hermano Miguel Ángel enumera algunos platos que sirven como ejemplo: tartar de salchichón, croquetas de aguacate o burrata de mozzarella de búfala. «La carta es muy amplia, con precios también dispares, y puedes comerte desde una tapita de ensaladilla a un solomillo de buey del Valle del Esla o una chuleta vasca», especifica Beatriz. «Tenemos tres generaciones de una misma casa, y vienen a una misma mesa abuelos, padres e hijos».
Y hablando de generaciones volvemos a la anterior, a los padres, Miguel y Toñi, que fueron reconocidos por su trayectoria este mismo mes de noviembre de 2021 por parte de la Asociación de Empresarios de Palma del Río. Entre ese premio y el ‘Solete’ Repsol, La Bodeguita ha tenido unas laureadísimas semanas, una buena compensación a décadas de trabajo ahora continuadas por sus hijos.
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