Ese acento de Con Acento es el de Leo Rumbo, que poco antes de la puesta en marcha de este establecimiento vio alabado su acento uruguayo de cadencia melodiosa. Dicho y hecho, cuando lo tenía todo listo con un nombre distinto se decantó por este, ... seña de identidad desde principios de la segunda década de este siglo de un templo consagrado a dar de comer al hambriento pero, sobre todo, de saciar al carnívoro .
«Viví en Argentina, en Brasil en Nueva York en Toronto…solía trabajar cuatro años y me tomaba uno sabático», narra Leo, uno de los más perfectos anfitriones de los establecimientos hosteleros de Córdoba. ¿Y por qué precisamente se estableció en Córdoba dejando atrás ese estilo de vida ? «Algo me encantó, tiene una energía especial».
De abuelos gallegos, Leo Rumbo no tenía experiencia anterior en restaurantes. Y de la misma forma que la energía cordobesa lo fijó en la capital, algo le llamó para iniciarse en estas lides con un enorme éxito. «Para mí fue un desafío».En su momento, hace nueve años, fue uno de los pioneros de Córdoba en mostrar el trabajo en la cocina mediante un cristal que da al comedor, algo muy poco habitual entonces en la ciudad y todavía no muy frecuente. «Me gustó tener la cocina abierta primero por transparencia, segundo porque es como una obra de teatro, todos los días hay que salir a la función».
Rib eye de simmental, rib eye de Angus, chuletón de vaca rubia gallega, entrecot de vaca rubia gallega, lomo alto de Uruguay, parrillada, lagarto ibérico, presa, chuletitas de cordero lechal… Con Acento Restobar es capaz de, como se dice coloquialmente, hacer la boca agua de cualquier aficionado a la carne con tan sólo enumerar su oferta . Carne uruguaya y argentina con algo de cocina tradicional y una pequeña mirada al mar (con ventresca, pulpo y bacalao), precedidas de excelentes entrantes, como chorizo criollo, anchoas del Cantábrico, mollejas grillada, papas arrugás, morcilla o empanada criolla. Cuidado con esos entrantes que al más mínimo despiste uno puede estar ya repleto. Y queda lo mejor, la carne.
Y hay que dejar sitio a los postres: polvito uruguayo, panqueque de dulce de leche, tarta de queso o brownie de chocolate.
Un interior decorado con gusto t anto con mesa y mantel como con mesas altas para pizcar se complementan con una terraza que da al Vial en una animada zona en la que se dan varios restaurantes seguidos.
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