Es un lugar lleno de magia. Apto sólo para vecinos, locales y turistas que se topen con él por casualidad.
Verdaderamente es un rincón especial cobijado en una de las calles aledañas a la Mezquita-Catedral pero alejado del mundanal ruido. El local en sí ... es pequeño pero su terraza es espléndida. Sus habituales disfrutan de su magnífica selección de vinos de la tierra, así como de otros puntos de la geografía española. Imprescindible probar su vermú, una de las joyas de la casa.
En El Barón disponen de una reducida pero selecta carta de tapas. Algunas opciones para probar son el paté casero, el lomo en manteca, el queso de oveja, la ensaladilla, el lacón, el queso, la empanada gallega y la tortilla .
Otro de los atractivos de El Barón es poder sentarse en su terraza y acompañar la consumición con una buena lectura, de algunos de los ejemplares que puedes encontrar en su pequeña biblioteca o bien en versión electrónica conectado a su red WI-FI.
A partir de los viernes a mediodía se convierte en uno de los establecimientos más concurridos de la zona pues organiza suculentos eventos gastronómicos (peroles y guisos los primeros viernes de cada mes). Igualmente, sus clientes pueden consultar la programación de actuaciones musicales y recitales de poesía. Mucho más que un bar, sin duda.
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