La Lianta: cocina y flamenco de fusión en la Judería

Se trata de un espacio íntimo y acogedor, a pesar de que se encuentra en uno de los puntos más transitados por los turistas. “Esta zona se ha puesto de moda. El cordobés ha vuelto al entorno de la Mezquita-Catedral a comer o a tomar una copa. Y compone, junto con el turista nacional, el 90 por ciento de nuestra clientela”, comenta Joaquín Fernández, gerente del establecimiento y de La Chiquita de Quini, perteneciente al mismo grupo y situado a escasos metros.

De su ‘hermana mayor’, La Lianta han incorporado las actuaciones en directo de flamenco-fusión y de DJs los fines de semana, que acompañan de fondo a los platos y la sobremesa. Pero su propuesta gastronómica es diferente. “Tenemos una cocina muy elaborada. Con toques tradicionales, que es lo que demanda el cliente en esta zona, pero también de fusión e innovación ”, explica Joaquín.

Un buen ejemplo son sus deliciosos canelones de rabo de toro con salsa de foie y Pedro Ximénez : “Una forma diferente de servir este guiso” y uno de los platos más demandados en La Lianta. O la flor de alcachofa con huevo de codorniz, capaz de alegrar los días más grises. Entre sus ‘best sellers’ destacan también la costilla ibérica a baja temperatura con su salsa barbacoa especial, y la tosta de tartar de atún rojo de almadraba con trufa.

El salmorejo lo elaboran a la manera tradicional, como no podía ser de otra manera. Después de todo, se encuentran en la calleja dedicada a este plato, en la que hay un azulejo donde se detalla la receta. Pero otros platos típicos llevan su toque particular, como las berenjenas paja con miel de flores y queso de cabra , o la mazamorra de almendra con manzana verde y sardina ahumada. Para que la carta no se haga monótona, todos los fines de semana tiene sugerencias nuevas. Además, como señala Joaquín, están trabajando en una carta de arroces.

Pese a que no lleva abierta ni tres meses, la gastrotaberna está teniendo una gran acogida. “Tenemos mesas altas para el tapeo y para disfrutar de nuestra carta de vinos, un salón y un patio para comer tranquilos y tomar después una copa , y también un comedor privado. Además, las actuaciones de músicos locales ayudan a crear un ambiente muy especial”, concluye.