Bar Correo: 92 años fieles a su estilo

Más de nueve décadas después, el local, de 12 metros cuadrados, sigue igual. Sin reformas ni ofertas culinarias nuevas. Fiel a la cerveza de barril bien servida y a las tapas frías. Y fiel también a su clientela de Córdoba.

Manuel Martínez, que cogió las riendas del negocio hace año y medio -cuando se jubiló Manuel Carrasco, anterior propietario, cuyos abuelos abrieron el establecimiento- y que lleva 47 tras el mostrador, apunta las claves de este éxito.

“Una cerveza fresquita y económica... Porque simpáticos, simpáticos, tampoco somos -cuenta con sorna-. Hablamos mucho con los proveedores, con la conservera y con los propietarios del local, que es alquilado, para poder mantener los precios”. Manuel tiene otros trucos. Para que la cerveza esté buena, por ejemplo, “hay que mantener el serpentín muy limpio, y lavar los vasos a mano con agua caliente y dejar que se enfríen después”.

Para acompañar la bebida, nada mejor que el tapeo de toda la vida, como las latas de berberechos -“lo que más se pide”-, los boquerones en vinagre o la ensaladilla de pimientos. Esta última tampoco ha cambiado en más de 90 años. “Es la misma que hacía doña Hermógenes Ruiz, fundadora del negocio. Con patata, zanahoria, guisantes, mayonesa y tiras de pimiento morrón. Es muy sencilla, pero a la gente le encanta”, confiesa.

A Manuel le queda poco más de un año para jubilarse y piensa mantener el negocio igual, sin cambiar lo que funciona y lo que gusta. Con él trabaja su hijo, que es chef y tiene un catering a domicilio. Cuando llegue el momento, “él será quien celebre el centenario y quien decida hacia dónde evolucionará el Bar Correo”, concluye.