Naveira do Mar

7 /10
Precio medio
60€
Dirección
Santa Juliana,57
Aparcacoches
Si
Teléfono
91 459 45 32 Llamar
 Naveira do Mar
Naveira do Mar Santa Juliana 57,

No les voy a descubrir ahora la afición que hay en Madrid por el marisco y el pescado. Tal vez aquello de que la capital es el mejor puerto de mar de España resulte algo exagerado en estos tiempos en los que son muchos los restaurantes de nuestras costas donde ya se quedan con el mejor género para sus clientes, pero no cabe duda de que en las marisquerías y otras casas especializadas madrileñas se puede encontrar una materia prima marina de calidad. Pasados los años de la crisis, y a la espera de los tiempos inciertos que se otean en el horizonte, estas marisquerías vuelven a gozar de buena salud. Junto a los grandes nombres del sector (Rafa, O’Pazo, Combarro) hay una multitud de establecimientos más modestos repartidos por los diferentes barrios de la capital que tienen, en su entorno, un merecido prestigio por la calidad de su oferta. Uno de ellos es este veterano Naveira do Mar, tal vez el más destacado de todos, que desborda los límites de su barrio, Tetuán, para atraer clientes de toda la ciudad. Un sitio que siempre ha funcionado muy bien y del que, sin embargo, apenas encontrarán referencias en los medios. No los necesita, pero tampoco parece justo que restaurantes mediocres tengan continua presencia mediática y se olviden casas como esta donde se hacen muy bien las cosas.

Naveira do Mar abrió sus puertas en 1983 en una esquina de la calle de Santa Juliana. Julio Bouza, un gallego que llegó de niño a Madrid para trabaja en la hostelería. Pese a estar alejada del centro pronto cogió fama esta casa por la calidad del producto que manejaba y por sus precios contenidos. Camarones y centollas de O Grove, percebes y pescados de La Coruña, o gambas y cigalas de Huelva formaban parte de una oferta que se recitaba verbalmente. El éxito obligó a una ampliación del modesto y pequeño comedor, ahora algo más espacioso y con las mesas menos apretadas. En los últimos años a Bouza le ha sucedido su hijo Julio, que sigue atendiendo personalmente a los clientes y cantándoles de viva voz las recomendaciones del día.

En estos 35 años apenas ha cambiado nada en esta casa. La empanada, de masa muy fina y rellena de berberechos, bonito o zamburiñas, y el pulpo a feira son buenas alternativas a un marisco siempre de calidad. En nuestra reciente visita, unas ostras gallegas magníficas y un camarón algo pequeño de tamaño fueron una perfecta entrada que completamos luego con uno de los platos que han sido y son santo y seña de Naveira, la merluza a la gallega, impecable de punto el pescado, con una ajada potente y acompañado de unos cachelos (patatas) simplemente hervidos. Sobresaliente la merluza pero sus cocochas, rebozadas, estaban al mismo nivel. Igual que un lenguado notable, hecho a la plancha, de carne bien tersa.

Para los que no quieran pescado (aunque aquí hay que venir a eso) no faltan lacón con grelos, chuletillas de lechal o alguna carne gallega. Y para rematar, postres igual de tradicionales, sobre todo las filloas y la tarta de Santiago. La bodega es escasa y muy clásica. No está mal el albariño de la casa, que cumple bien su función.

Cierra domingos noche y lunes.