Colósimo
7 /10- Precio medio
- 35€
- Dirección
- Ortega y Gasset,67
- Teléfono
- 91 453 14 25 Llamar

Aunque han conservado el nombre del bar de copas que durante años ocupó el mismo local en la esquina de Ortega y Gasset con Alcántara, Colósimo es un bar-restaurante abierto en abril de 2019. Al frente están dos hermanos gaditanos, Ricardo y José Manuel Romero, que empezaron a trabajar en casas de comidas de Cádiz y posteriormente han pasado por las cocinas de Aponiente, El Bohío y fundamentalmente las del grupo Cañadío en Madrid. Los que conocieran el anterior bar de copas verán que el cambio en el local, un semisótano con escasa luz natural, no ha sido muy grande. De hecho se han mantenido bastantes elementos decorativos. Una barra con taburetes, mesas altas y otras bajas, unidas por un banco corrido. Mesas, por cierto, sin mantel. Cuenta además con una terraza en la calle.
La carta de Colósimo es muy breve y se completa con alguna que otra sugerencia del día en función del mercado. Pocos platos, pero todos ellos con un denominador común, la sencillez. Los hermanos Romero ofrecen elaboraciones tradicionales, sin complicaciones, buscando por encima de todo el sabor.
El resultado en estas primeras semanas es muy satisfactorio, quitando algunas irregularidades que tienen fácil solución. Platos que se pueden comer perfectamente en la barra. Por ejemplo la tortilla de patata (3,50 € el pincho), que es la estrella de esta casa. Una tortilla muy jugosa, cuajada lo justo, que está entre las mejores que hemos probado en Madrid. Se elabora con patata agria, huevos camperos y mucha cebolla. Como saben, hay un gran debate entre los partidarios de que lleve cebolla y los que rechazan su presencia. Personalmente me gustan de ambas formas siempre que estén buenas. Y esta de Colósimo lo está.
Probamos también la ensaladilla rusa (7), muy correcta, con la patata machacada. Lleva guisantes, otro tema de debate entre los aficionados a este plato. Pero el caso es que está rica, que es lo importante. Muy logradas también las croquetas de puchero (2,20 cada una), cremosas y con sabor. Buena caballa (10,50) en un escabeche muy ligero, con una mayonesa del propio escabeche. Lamentablemente el plato se estropea con una pipirrana que se presenta bajo el pescado y cuyo pimiento verde, muy invasivo, arruina la elegancia del escabeche.
Como sugerencia del día, aprovechando la temporada, unos espárragos blancos en un jugo de puchero (10), combinación que funciona muy bien. La buena técnica de los dos hermanos Romero se aprecia en una terrina de manitas de cordero deshuesadas (16) con un fondo muy sabroso, pura tradición. Se acompaña con unos espárragos verdes y unos puntos de berenjena que no aportan nada al plato.
De postre resulta casi imprescindible probar el tocino de cielo, junto a la tortilla, la gran especialidad de esta casa. Al estilo gaditano, impecable. Cuenta Colósimo con una carta de vinos muy correcta, en la que los generosos tienen protagonismo. En la sala y la terraza un equipo amable y voluntarioso, pero algo despistado. Buenas sensaciones en una casa sin más aspiraciones que dar bien de comer (que ya es bastante en estos tiempos).
Cierra domingos noche. Barra. Terraza.